Coordenadas/ Las reformas estructurales: 'pensamiento lateral'

AutorEnrique Quintana

A veces, enfrentar un problema es caminar al fracaso. Es como lanzarse de cabeza contra un muro, creyendo que lo vamos a tirar.

En esas ocasiones, lo mejor es proponer soluciones creativas, como construir una escalera, y saltarlo. O simplemente, darle la vuelta.

El resultado será el deseado. Habremos llegado al otro lado, y no nos habremos roto la cabeza.

En el caso del tema de las reformas estructurales que necesita México para incrementar su competitividad, probablemente el Gobierno y el sector privado requieran algo de este tipo de "pensamiento lateral".

Entre el sector privado, por ejemplo, se considera que es políticamente correcto insistir una y otra vez en la necesidad de que se lleven a cabo en México las reformas. A saber, la reforma energética, la reforma laboral, la reforma de las telecomunicaciones, la reforma fiscal, por citar las principales.

Cuando comenzó la Administración del Presidente Fox, se suponía que, en el terreno económico, ese conjunto de reformas permitirían que al final del mandato, en el 2006, la economía pudiera crecer de manera sostenida a un 7 por ciento al año.

Hoy, a 2 años y casi 4 meses del Gobierno de Fox y cuando ya han pasado 10 días del último periodo ordinario de la actual legislatura, todo indica que transcurrirá la primera mitad del primer Gobierno de la alternancia sin esas reformas.

Y, lo peor del caso, es que si no hay cambios abruptos en las preferencias en los votantes en los próximos meses, el resultado electoral volverá a configurar un balance político en la Cámara de Diputados casi igual al que tenemos hoy. Es decir, el escenario más plausible es que por 3 años más se siga hablando de las reformas estructurales sin que realmente se lleve a cabo ninguna de ellas.

De esta manera, la suerte de la economía mexicana y la condición personal de la mayoría de los mexicanos va a estar sujeta sólo a la situación económica de los Estados Unidos. Si en algún momento del futuro inmediato, nuestros vecinos vuelven a crecer a tasas elevadas, quizás podamos obtener un 3 ó 4 por ciento de crecimiento. Ese es el mejor de los escenarios, pues si la recesión regresara a la economía norteamericana -como algunos temen- tendremos meses y meses de estancamiento.

Imaginemos que este año crecemos a 2.3 por ciento y pensemos que en los tres últimos años del sexenio, las tasa promedio anual es de 3.5 por ciento. Aún en ese escenario más o menos optimista terminaríamos el sexenio con una tasa media de crecimiento de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR