Proyecto Familia / La Navidad a través de los años
Autor | Diana Rodríguez de Ibarra |
La Navidad es la época del año que de una u otra forma nos mueve las emociones, en unos para bien y en otros para no tan bien, el hecho es que es una fecha que nos permite cambiar de actividad, y en el mejor de los casos pensar en las bendiciones recibidas a través del año que termina.
Hemos aprendido que la Navidad es la oportunidad para reunirnos con la familia y para intercambiar regalos, representa hermandad, y espiritualidad por lo que es de esperar que los sentimientos se remuevan y las alegrías y tristezas se vivan con intensidad.
Para la mayoría de los adultos la Navidad va cambiando en importancia, el bluff y el acelere se van quedando atrás y se empiezan a ubicar las cosas realmente valiosas en orden de importancia. La salud, la convivencia y el perdón resaltan como prioridad.
De acuerdo a como hayan sido las Navidades en la infancia es como las vamos a reflejar en la edad adulta predisponiendo la manera de actuar, y en base a esto de manera consciente o inconsciente se buscará reparar en los hijos las carencias, limitaciones o conflictos vividos en estas fechas, igualmente si se tuvieron experiencias positivas se intentará repetirlos con los hijos.
Para algunos la Navidad representa molestia o incomodidad por "tener" que cumplir con los requisitos sociales de la época decembrina y se quejan y alteran tanto que no dejan de afectar a los demás con sus actitudes hasta cierto punto de amargura.
En estas fechas también resaltan las personas a las que les cuesta trabajo superar el sentimiento de melancolía, nostalgia y tristeza porque su vida se ha visto afectada por separaciones, duelos o problemas morales y su reacción es que pasen lo más pronto posible este tipo de festividades.
Y por otro lado encontramos reacciones de gente que por igual ve empañada las fiestas de la Navidad, pero en estos casos debido a que su situación económica les impide tener el dinero para complacer a los demás, especialmente cuando tienen niños que demandan un juguete especial.
Pero sea cual sea lo aprendido y lo vivido a través de los años, como adultos somos responsables de la unión y la armonía familiar, por lo que hay que hacer un esfuerzo de buena gana para mantener las tradiciones de los adornos, la cena, y los regalos que especialmente a los niños siempre los llenará de ilusión.
Los abuelos tienen un compromiso emocional con los nietos, pues las atenciones y el cariño que se les demuestren los llenarán de recuerdos buenos para el resto de su vida.
La...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba