Proyecto Familia/ Divorcios = Noviazgos fracasados

AutorSamuel Rodríguez Hernández

Recién me acabo de enterar del divorcio de una pareja amiga, que hasta donde los traté -hace menos de un año- gozaban de una aparente "buena salud" como matrimonio.

Me cuentan que él se sentía desatendido por ella, ya que ella trabajaba y en muchas ocasiones no podía desempeñar algunas tareas hogareñas. Como ella ganaba un buen salario, incluso superior al de él, no aceptó los frecuentes reclamos del marido y optaron por divorciarse.

Cuando sucede este tipo de cosas la gente tiende a opinar que fracasó el matrimonio. Yo suelo decir en mis pláticas con matrimonios y parejas de novios, que el que fracasó fue el noviazgo, porque fue en esta etapa de la relación que los futuros contrayentes no pusieron las cartas sobre la mesa, no se dieron tiempo para conocerse o, consciente o inconscientemente, cerraron los ojos ante defectos notorios en la otra persona.

El enamoramiento.

Con frecuencia el enamoramiento es la causa por la que los novios no se dan cuenta de los problemas o defectos de su pareja. Los jóvenes ilusionados porque creen haber encontrado su media naranja perfecta, se sumergen en el éxtasis del romanticismo y pasan por alto problemas serios como pueden ser la irresponsabilidad, la falta de deseos de superación, la falta de preparación necesaria para tener posibilidades de un buen futuro, la existencia de vicios destructivos (alcoholismo o drogadicción), el hecho de que el novio no tenga un trabajo o fuente segura de ingresos, el que uno de los dos provenga de una familia con alto índice de riesgo y muchos otros problemas que sería imposible mencionar.

En otros casos también el enamoramiento mantiene a los novios en un limbo y les impide hablar de los asuntos serios de la vida y de las responsabilidades que habrán de enfrentar como pareja: la paternidad, la forma de obtener los ingresos y su distribución, el tipo de relación que establecerán con los parientes políticos, las responsabilidades que cada uno tendrá en el hogar, y tantas otras cosas importantes que en muchos noviazgos no se ventilan.

El compromiso.

Muy contadas parejas de novios tienen la sabiduría de reconocer que existen problemas que no les auguran un buen futuro como esposos. Generalmente, cuando el noviazgo ha avanzado, el tiempo crea un compromiso del que no es fácil liberarse.

Decía una sabia anciana: "más vale regresarse del altar que arruinar tu vida" y no le faltaba razón, pero esto no lo entienden muchas parejas.

En algunos casos, los novios descubren problemas...

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