DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Homenaje

AutorCatón

Babalucas invitó a la linda Rosibel a salir con él aquella noche. La muchacha, para eludir la cita, le dijo lo primero que se le ocurrió: "-Tengo mi ciclo". "-No lo necesitamos -replicó Babalucas-. Le voy a pedir el coche a mi papá"... El señor fue con el ginecólogo de su mujer, y se quejó: "-Doctor, nunca he fumado, y me molesta mucho el humo que echa mi esposa después de que hacemos el amor". Inquiere el facultativo: "-¿Me dice eso para que hable yo con la señora y le sugiera que no fume?". "-No, doctor -responde el visitante-. Quiero que revise muy bien a mi mujer. Ella tampoco fuma". (Entonces, pregunto yo, ¿por qué echaba humo la señora? ¿Y por dónde?)... El nuevo cura párroco del pueblo le dijo a la pareja de ancianitos: "-¡Estoy verdaderamente conmovido! Durante la misa los estuve viendo, y debo decirles que es muy edificante el ejemplo de amor que ustedes dan. Realmente es raro el caso de una pareja con muchos años de casados que estén tomados de las manos, como estuvieron ustedes a lo largo de la misa". "-Es que no conoce usted a mi marido, Padre -replica la viejita-. Si no le tomo las manos les agarra las pompis a las mujeres que están cerca"... Don Poseidón, ranchero acomodado, se percató de que su núbil hija, Bucolina, no estaba en la casa. Salió a buscarla, y la encontró en el granero yogando con el fornido labriego encargado de la doma de los potros. (¡Y vaya que montaba bien el desdichado!). Agarró el paterfamilias por el cogote al toroso mocetón y le dijo, furibundo: "-¡Vas a ver, bellaco! ¡Te voy a dar una buena!". "-Se lo agradezco mucho, don Poseidón -contestó el rústico-, pero Bucolina no está mal"... Este sucedido verdadero que en seguida voy a relatar sucedió allá por los años 50 del pasado siglo en una pequeña tienda situada a la orilla de la carretera, cerca de Torreón. La dueña de esa tienda vivía ahí mismo, con sus hijos. Se hallaba cierto día en la cocina, haciendo la comida. Cantaba la canción de moda: "Amorcito corazón", que había puesto de moda Pedro Infante, el ídolo de México en aquellos años. Cuando la señora, de pie frente a la estufa, repitió la frase inicial...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR