PLAZA PÚBLICA / Violar tantito la Constitución

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

En su Artículo 37 la Constitución establece que se pierde la ciudadanía mexicana, entre otras causas, "por aceptar o usar condecoraciones extranjeras sin permiso del Congreso federal o de su Comisión Permanente".

El jueves pasado, el Secretario de Seguridad Pública recibió una condecoración de la Policía Nacional de Colombia (un reconocimiento al mérito) de manos del Presidente Juan Manuel Santos, lo que da idea de la relevancia de la distinción. No contaba con la autorización congresional, por lo que claramente se colocó en la hipótesis de la pérdida de la ciudadanía.

Con banalidad, la mayoría priista en la Cámara de Diputados estimó que no era para tanto, que sólo se violó un poquito la Constitución, o que hay textos cuya vulneración es más grave que otros, y pasó por alto el incidente. No dejó de poner en vergüenza al Secretario predilecto del Presidente, quien, si quiere gloriarse de la admiración que suscita en la policía colombiana, tendrá que rehacer el camino: solicitar el permiso de la Permanente (o del Congreso si aguarda a septiembre) y, previa devolución del reconocimiento indebidamente aceptado, aceptarlo de nuevo y poder usar la expresión metálica de ese reconocimiento.

El permiso fue solicitado el miércoles previo a la recepción de la medalla, unas horas antes de que ocurriera el acto protocolario en Bogotá. Pero además de haberlo pedido a última hora, quiso trampearse al no fijar la fecha del acto diplomático, a fin de ocultar que el acto volitivo de aceptación había ya ocurrido. Por ello, la Comisión Permanente le dio un trato convencional a la solicitud y la remitió a comisiones. Es probable que, de explicarse la premura, se hubieran obviado los trámites y la autorización se hubiera extendido a tiempo para que García Luna recibiera la condecoración sin problema alguno. En cambio, una semana después, ayer, la Permanente sobreseyó el caso. Dio por inválida la petición porque se refería a un hecho consumado, y dio vuelta a la hoja.

Las bancadas del PRI y el PAN adujeron argumentos baladíes en pro y en contra. Los tricolores, que dieron un portazo en la cara a García Luna, le perdonaron la vida. Debieron iniciar el procedimiento consecuente con la clara disposición constitucional. En defensa del Secretario García Luna, en cambio, los panistas argumentaron que no se trataba de una condecoración, sino de un reconocimiento y por lo tanto no se requería pedir permiso y hasta hubo un exceso al hacerlo. Es claro, apenas se consulta...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR