Plaza Pública / Revoltillo en BCS

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

La novedad de la democracia electoral en Baja California Sur, uno de los dos Estados más jóvenes de la república, y la consecuente fragilidad de los partidos (y las convicciones personales) ha producido no sólo ires y venires sino un revoltillo donde resalta un ingrediente insólito: el retorno al PRI, convertido en su candidato a Gobernador, de un antiguo militante que se había afiliado al PRD.

El Senador Rodimiro Amaya Téllez fue priista hasta 1998. Como miembro del PRI ocupó cargos medios en la administración agropecuaria estatal, dada su experiencia privada en ese terreno, en que el manejo de empresas e iniciativas le había permitido notoria prosperidad. En 1994 fue Diputado federal, todavía bajo la bandera tricolor. Partidario de la precandidatura de Leonel Cota Montaño, hace seis años lo acompañó en su tránsito del PRI al PRD. Coordinó la campaña del ahora Gobernador (a quien entonces apoyó también el Partido del Trabajo), y fue designado secretario de Gobierno. Se mantuvo poco tiempo en esa responsabilidad, apenas poco más de un año, porque encabezó la fórmula con que la Alianza por México obtuvo las Senadurías de mayoría en aquella entidad peninsular.

Presidente de la comisión senatorial de Ciencia y Desarrollo, y secretario en la de Agricultura y Ganadería, Amaya inició muy temprano actos de presencia política en su Estado. Su rostro sonriente, identificado por su hipocorístico, Rody, se multiplicó desde ha tiempo en los caminos sudbajacalifornianos. Estaba listo para reemplazar a su amigo Cota Montaño, de quien, sin embargo, empezó a distanciarse y en ese ánimo participó en la elección interna. Perdió con amplio margen frente a Narciso Agúndez Montaño, ex Alcalde de Los Cabos y actualmente Diputado federal, ahora con licencia. A sabiendas de que no los ligaba parentesco alguno, sino sólo la coincidencia de su apellido materno, Amaya insistió en atribuir al Gobernador Cota favoritismo en provecho de su primo Agúndez.

Amaya rehusó reconocer el triunfo de su contendiente (a diferencia de los dos precandidatos restantes, el Senador Ricardo Higuera y el Alcalde de La Paz, Víctor Manuel Guluarte Castro) e inició la búsqueda de un partido que acogiera su candidatura. Ensayó acercamientos con el PAN y el PVEM y por esta vía con su antiguo partido, que conforme a sus estatutos no podría postularlo por haber militado en una organización política adversa. Pero un conflicto remoto y en apariencia ajeno a sus aspiraciones contribuyó a...

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