Plaza Pública/ No a las armas

AutorMiguel Angel Granados Chapa

Quizá atenidos a que la norma vigente los excluye de un deber imputable a otras autoridades, Diputados de todos los partidos reforman la legislación de armas de fuego en un sentido tal que propiciará el armamentismo. Dice el artículo 5o. de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos (LFAFE) que "el Ejecutivo federal, los Gobiernos de los estados, del Distrito Federal y los ayuntamientos, realizarán actividades educativas permanentes que induzcan a reducir la posesión, portación y el uso de armas de cualquier tipo". Es un deber incumplido universalmente. Nadie ha realizado ni realiza tales actividades educativas. Pero ahora los legisladores caminarán en sentido contrario, y están a punto de auspiciar la creación de pequeños arsenales en los domicilios.

No es un problema sencillo el de legislar en esta materia, por sus implicaciones sociales y económicas. El artículo 10 de la Constitución establece el derecho individual de "poseer armas en su domicilio, para su seguridad y legítima defensa, con excepción de las prohibidas por la ley federal y de las reservadas para el uso exclusivo del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional". La correspondiente legislación secundaria copia y desarrolla esa idea básica: "En el domicilio de podrán poseer armas para la seguridad y legítima defensa de sus moradores. Su posesión impone el deber de manifestarlas a la Secretaría de la Defensa Nacional para su registro. Por cada arma se extenderá constancia de su registro" (artículo 15 de la LFAFE). "Para los efectos del control de la posesión de armas, las personas físicas deben manifestar un único domicilio de residencia permanente para s" y sus familiares" (artículo 16).

¿Basta con esas disposiciones? No lo creen así los Diputados que aprobaron un dictamen de enmienda a esa legislación. Tal vez su propósito sea disminuir la discrecionalidad de las autoridades militares. Pero proponen que en cada domicilio pueda haber hasta cinco armas: pistolas, revólveres y rifles. Tal vez se propongan también combatir el mercado negro de armas, existente en nuestro país en todo tiempo, pero engrosado en las décadas recientes por una variedad de factores, internos e internacionales. Es probable, sin embargo, que se consiga lo contrario de lo deseado.

A partir de 1968 se prohibió en la práctica el comercio de armas. En 1971 el Congreso de la Unión emitió la Ley federal mencionada, que con algunas reformas está en vigor. Reserva a la Sedena la autorización del...

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