Plaza Pública / Engaños, mercado, ciudadanos
| Autor | Miguel Ángel Granados Chapa |
El Presidente y el PAN propusieron al PRI engañar a sus votantes. El tricolor (y el Verde, donde operó la Alianza para Todos) ofreció a sus electores que no se gravarían con el IVA alimentos y medicamentos. Y el Ejecutivo envió un proyecto que proponía lo contrario, al eliminar la tasa cero que rige el comercio de esos bienes y asestar una de 10 por ciento. Contó para llevar adelante su propósito con que Elba Esther Gordillo al frente de 221 Diputados de su partido, y 17 del Verde, más los 151 de Acción Nacional aprobarían esa modificación. Y cuando, tras muchas peripecias, la magna maniobra se frustró, los aliados se irritan y denuncian engaño, ¡ellos, los que partieron de proponer una estafa a los ciudadanos! Y se duelen del daño que el freno a la reforma fiscal produce en los mercados. Y es que los mercados les merecen más respeto y consideración que los ciudadanos.
La estrategia gubernamental para hacer aprobar su proyecto fiscal descansó no en su partido, porque el PAN no tiene la fuerza suficiente para modelar decisiones en las cámaras, sino en el PRI. El Presidente Fox tomó una apuesta riesgosa: sin dejar de procurar entendimientos con Roberto Madrazo, contaba como aliada, no como interlocutora sino como su operadora política -que lo ha sido en otras materias- a la coordinadora de los Diputados tricolores. No percibió con claridad que al hacerlo provocaría que la disputa interna entre ambos líderes, el presidente y la secretaria general del PRI, dejara de ser latente y se actualizaría. Y no contó con que en esa disputa brotaría la nueva identidad de la mayor parte de los Diputados priistas. Los que fueron elegidos directamente en sus distritos, por mayoría, tienen responsabilidad ante sus votantes. Sienten ser de verdad sus representantes. Los más de ellos, sobre todos los de entidades donde no gobierna el PRI, carecen de jefe inmediato. Su autonomía les permite escoger entre opciones. Y ya no es automático, inevitable, el control de los Gobernadores sobre "sus" Diputados, como lo muestra la "rebeldía" de no pocos contra la instrucción que llegó desde la capital de sus Estados. Casi habría que rendir homenaje a los legisladores veracruzanos que resistieron el ominoso mal gusto de Miguel Alemán, de enviar a San Lázaro a su jefe de Policía para convencer y vigilar a los Diputados, a fin de que no lo hicieran quedar mal con la profesora.
Cuando se unieron para ganar la dirección nacional de su partido, Madrazo y Gordillo sembraron la semilla de sus discordias futuras. Son tan parecidos, conocen tanto sus semejanzas, que sólo sorprende que hayan logrado aplazar durante un año (de febrero de 2002, cuando fueron elegidos, a febrero pasado, cuando comenzó a dibujarse el mapa de la actual...
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