Perfiles e Historias / En defensa de ellas

AutorDaniel de la Fuente

Editora: Rosa Linda González

Muy temprano, Irma Alma Ochoa abre el periódico y acompaña su lectura con un café. Recorre la primera sección para enterarse de las novedades en el País.

Enseguida, revisa Seguridad Pública, pero en vez de leer distraídamente las historias de los delitos, anota los nombres, edades y otros datos importantes de mujeres asesinadas, secuestradas o agredidas.

Irma ha realizado esta tarea desde que en 1997 Sandra Arenal trajo a Nuevo León el modelo que la pionera Esther Chávez Cano utilizaba en Ciudad Juárez para llevar un registro en el amanecer de los feminicidios en aquella urbe.

"Tú que le sabes a eso de ser secretaria, hazlo aquí", le dijo la luchadora social, ya fallecida.

Irma empezó a llevar la estadística de delitos contra mujeres, sobre todo de sus muertes, acaso 25 por año, pero cuando en el 2000 se tipificó en el Estado el delito de violencia familiar y su equiparable en el Código Penal, tuvo más trabajo: las cifras crecieron exponencialmente.

Esta memoria fue presentada en el 2005 en un estudio realizado por Irma, Josefina Rodríguez Corona, Juana María Nava y Sylvia Puente. El resultado era escalofriante: siete de cada 10 mujeres asesinadas entre el 2000 y 2004 fueron víctimas de algún familiar o su pareja.

"Nada comparado a lo que vendría años después", lamenta Irma en la sala de su casa, al sur de la Ciudad, en la que hay un piano, un paisaje desde el Obispado, de su hermano Santos, cuadros del pintor Armando López y coloridas pinturas de su tía, la doctora Edna Treviño.

Ataviada con una quexquémitl, Irma, de cabello castaño claro y mirada cansada y dulce, es presidenta de la asociación Arthemisas por la Equidad y ha visto crecer el número de delitos contra la mujer. A veces, cuenta, su trabajo -sea asesorando a víctimas, en algún taller de capacitación sobre derechos de las mujeres o en reuniones de trabajo para proponer la modificación de leyes- la obliga a hacer el registro fatal por las madrugadas, por lo que no es raro que a esa hora se comunique con colegas para compartir detalles.

Algo así fue la jornada común todos del días del 2011, que arrojó 222 mujeres asesinadas, incluidas las que murieron en el Casino Royale y en el bar Sabino Gordo.

Por ello, Arthemisas por la Equidad presentó en el 2012 una solicitud para que se declarara en Nuevo León una Alerta de Violencia de Género, medida que implica unir a todas las fuerzas de gobierno para promover la no agresión, pero fue desechada por el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Eliminar la Violencia contra las Mujeres. Sin embargo, un Tribunal Colegiado determinó, a fines de enero pasado, insustentable aquella decisión, por lo que un equipo multidisciplinario revisará la petición presentada por la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR