Perfiles e Historias / Amor incondicional

AutorMaría Luisa Medellín

Editora: Rosa Linda González

Johanna visitó a su amiga Cuquita, quien permanecía en coma luego de una cirugía de urgencia por un tumor cerebral que derivó en una hemorragia y provocó que algunas zonas de su cerebro dejaran de recibir oxígeno.

Cuando la pequeña supo que los doctores planteaban la posibilidad de que su amiguita fuera candidata a donar sus órganos, le preguntó a su mamá, Alejandra Garza, ¿cómo podían decir eso?, si no eran Dios para saber si Cuquita seguiría con vida, como ocurrió.

Por desgracia, un mes después Johanna, de 12 años, igual que Cuquita, fue intervenida quirúrgicamente por un problema cerebrovascular y por un mal manejo postoperatorio cayó en paro cardiaco y luego quedó prácticamente en estado vegetativo.

Alejandra recordó, entonces, las palabras de su hija y pese a los pronósticos adversos luchó por despertarla de su sueño. Tres años más tarde lo lograría.

Johanna ya cumplió 30 años, y aunque perdió la vista, sus movimientos son limitados y se da a entender con sonidos y al mover sus labios, ilumina a su familia con su amor y sonrisas.

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Alejandra narra que el 19 de enero de 1998 su hija salió del quirófano, luego de una intervención que duró sólo 40 minutos, y el neurocirujano aseguró que podría regresar al colegio y hacer su vida normal en poco tiempo.

Por procedimiento, la remitió a cuidados intensivos con un ventilador mecánico de soporte que, posteriormente, tendrían que retirarle en forma gradual.

Sin embargo, la enfermera a su cargo no era intensivista y no siguió los protocolos, lo quitó rápido, de una sola vez, provocando que Johanna cayera en un paro cardiaco que la mantiene en condiciones de incapacidad total permanente.

En el Hospital Muguerza pretendieron ocultarlo y la familia de la niña lo supo hasta revisar el estado de cuenta y ver que le habían suministrado medicamento para atender esa situación.

Como también les negaron el expediente clínico -alterado por orden del centro médico, según reconoció años después la enfermera-, presentaron una denuncia por negligencia médica ante la Agencia del Ministerio Público No.1.

Desde entonces, dicha Agencia y el Procurador de Justicia en el Estado decretaron en tres ocasiones el inejercicio de la acción penal a favor de los médicos responsables, pero en todos los casos la familia recurrió al amparo y un Tribunal Colegiado Federal ordenó reabrir la investigación.

"Estamos en la revisión de un último amparo del que todavía no ha habido resolución del Colegiado. En éste, la enfermera -la única que estuvo presa en el Penal del Topo Chico durante cinco meses, y que ya fue liberada- está pidiendo la prescripción de la acción...

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