Paso a paso y en silencio

México.- Paso a paso y en silencio la Gran Marcha Nacional por la Paz se fue tejiendo a lo largo de 60 kilómetros desde Cuernavaca hasta Ciudad Universitaria.

Para cada uno de sus participantes, el andar tuvo un significado particular.

Melchor, padre de 'El Vaquero Galáctico', caminó a contracorriente de la impunidad que no le ha devuelto a su hijo desaparecido por policías en Monterrey.

"Estamos cansados del corazón, no de los pies, ese duele más, pesa más, cansa más. Hijo, donde estés, donde te tengan privado de tu libertad, estoy yendo por ti".

Para Nepomuseno Moreno, cuyo hijo fue desaparecido por policías en Ciudad Obregón hace 10 meses, cada paso lo lleva a una dolorosa esperanza.

"A la esperanza de encontrar su cuerpo, sus restos nada más. Sé que no está vivo, sé que lo mataron. ¿A dónde más puedo ir?".

Para Teresa Carmona, madre de Joaquín, asesinado en el Distrito Federal, cada paso su hijo lo da con ella, hacia una justicia ausente.

"Ahí la llevas jefa, ahí la llevas", parece decirle él, dice mientras camina en silencio.

El silencio en cada paso a lo largo de los kilómetros da tiempo a la conciencia. Esa fue la intención de Sicilia al convocar a esta caravana, inspirada en la Marcha de la Sal o la Marcha del Silencio del 68, la que más recuerda de su vida.

Todo tipo de zapatos se mezcla en esta marcha. Los huaraches de llanta que usan Melchor Flores y las víctimas de Acteal "como los usaban los antepasados", los zapatos negros de segundo uso que compró Artemio Martínez desde Tijuana porque eran los más baratos, los tennis fluorescentes y de suela blanda que usa Soledad Baltezar cuando baila salsa como lo hacía con su hijo Paris, asesinado.

Los tennis con amortiguador de aire...

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