Pareceres / La pelota no se mancha

AutorGuillermo Gasparini

Algunos episodios recientes están recordándonos que la cocaína y la marihuana siguen apareciendo en los controles antidoping de muchos deportes y, especialmente, en el fútbol. De todos modos, los especialistas, que generalmente consideran a los dos productos como "drogas sociales", que no ayudan especialmente a mejorar los rendimientos deportivos, opinan que la proporción de adictos a ellas es inferior a cualquier otra que se utilice en todas las disciplinas juntas. Y que su consumo es proporcional a su uso en la vida ciudadana de cualquier país.

Son hitos en la historia de la penalización del consumo de cocaína en el deporte, futbolistas como Diego Maradona y Claudio Caniggia, atletas como Javier Sotomayor y basquetbolistas que compiten en la NBA. Pocos casos, sin duda, respecto a las múltiples sanciones que surgieron en los últimos Mundiales de atletismo o en los giros europeos de ciclismo. Allí reinó la EPO y la nandrolona, artilugios químicos que si se utilizan para potenciar las energías y disminuir la fatiga. Sin embargo, la reiteración de ejemplos obliga a encender una luz roja de atención, porque el problema puede estar extendiéndose.

En el fútbol no aparecen, justamente, casos relacionados con estimulantes, anabólicos o bloqueantes, como sí sucede en otros deportes. Pero, los casos positivos de doping están más ligados a los consumos de cocaína y marihuana. En el fútbol argentino, por ejemplo, en lo que va del siglo XXI, todos los casos detectados tuvieron esa característica. Internacionalmente trascendieron más las sanciones aplicadas a Daniel Cardone, jugador de la primera división de San Lorenzo, y a Sebastián Romero, ex Chacarita Juniors y transferido al Eibar español. En los dos episodios se comprobó el uso de marihuana, al igual que en los controles positivos detectados en el mismo lapso de futbolistas de las categorías menores: Ariel Blanco (Laferrere), Matías Carazos (Luján), Pablo Domínguez (Midland), Adrián Adur (Comunicaciones) y el arquero Walter Cáceres (de Nueva Chicago, ex Racing).

A todos ellos les aplicaron tres meses de suspensión, la sanción mínima que dispone la ley 25.387, modificada en 2001. El caso de Romero cobró actualidad por estos días, porque el jugador había sido transferido y ya había jugado tres encuentros en su nuevo club, cuando se conoció el resultado de un control que se le había realizado durante la disputa del torneo Clausura. Y la semana anterior, cuando se dispuso el lapso de sanción, recién...

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