Pantalla Grande/ Lágrimas del Corazón: Es digna de aplausos

AutorDiana González

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De nuevo sólo bravos para la extraordinaria cineasta inglesa Sally Potter, quien después de su polémico éxito de 1997, Lección de Tango, ha regresado para conmover con una historia tristemente poética, Lágrimas del Corazón.

Una cinta sin duda menos marginal dentro del contexto originalísimo de su filmografía, cuyo discurso ha sido, al menos desde su internacionalización en 1992 con Orlando, un ejercicio incuestionablemente artístico de auténtica expresión personal.

También guionista de sus filmes, Potter depone en este caso sus propias temáticas para retratar el racismo y la "otredad", con un sentido lírico y solidario con "aquellos que fueron y han sido silenciados, y con aquellos a quienes extrañamos por su pérdida".

Protagonizada por Christina Ricci, Cate Blanchett, John Turturro y Johnny Depp, este drama histórico arranca en una remota aldea rusa en 1927, donde el padre de la pequeña Fegele (Ricci) se ve obligado a viajar a América en busca del sustento para su hija, sin imaginar que ésta habrá de quedar en la orfandad y a merced de un cruel destino que la lleva de Londres a París, a lo largo de poco más de dos décadas.

El extraordinario poder narrativo de la cineasta echa mano no sólo de recursos técnicos (como el virado a sepia al principio del filme) para desarrollar la historia, sino especialmente del manejo dramático de sus actores.

Ricci, por ejemplo, encarna a Fegele/Suzie, una de las más herméticas protagonistas que haya atestiguado el cine sonoro, a quien además la actriz le brinda ese halo siniestro que la caracteriza, pero que en función de su condición de hebrea enamorada de un gitano (Johnny Deep), aquí se torna en fuerza interna contenida.

Depp, por su parte, retoma el personaje que encarnó en...

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