Pantalla Grande I/ No Me Olvides: Se pasa de inverosímil

AutorDiana González

**1/2

Ninguna sorpresa en una de las primeras comedias románticas del año: No Me Olvides, protagonizada por Reese Witherspoon y Josh Lucas.

Una película que hay que ver en el estado mental correcto, es decir, por mera evasión e incluso sin pretensiones de divertirse mucho, pues se trata de una comedia simplona, que apuesta más por el encanto que sus protagonistas puedan desarrollar como pareja en la pantalla, que por el sentido de la historia misma.

De hecho, el guión escrito por C. Jay Cox retoma la clásica idea de que la vida en un pueblo pequeño, pese a sus enormes limitaciones, es siempre mejor que la enfermiza convivencia en una gran ciudad, donde los sueños de oropel que puedan fundarse en ella sólo sueños son.

Como tendrá que comprobarlo, un tanto forzadamente, la protagonista de esta historia, Melanie Carmichael (Witherspoon), quien luego de triunfar como diseñadora de modas en Nueva York, y ser pedida en matrimonio por el hijo de la alcaldesa de la ciudad (Patrick Dempsey y Candice Bergen respectivamente) se ve obligada a regresar a su pobre pueblo sureño para tratar de lograr que su marido (Lucas) firme los papeles del divorcio.

La clásica fórmula que pone a la chica en confrontación con una idiosincrasia que le resulta intolerable y, sin embargo, en la que habrá de descubrir su verdadera y auténtica realidad, no sólo es previsible sino arquetípica hasta el cansancio, pues ¿quién no se acuerda de Fuerzas de la Naturaleza, de Sandra Bullock, por ejemplo?

Dirigida por Andy Tennant (Un Loco e Impulsivo Amor, Ana y el Rey), la cinta funciona por su propia naturaleza de fábula, porque si nos ponemos exigentes, ni quién le crea a la poco...

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