Palabra y fe / Que la palabra produzca frutos

PBRO. José Luis Gauna Dávila

Haz una oración que brote de tu corazón y produzca frutos. Quiero invitarte a iniciar el día del Señor con una reflexión, lo que más anhelo con el corazón de Cristo es que la Palabra de Dios sea colocada en un lugar seguro de tu vida, ya que de no ser así podremos sucumbir ante las pruebas y dificultades que la misma vida implica.

Hoy, la parábola del sembrador enseña lo siguiente: Jesús nuestro Señor es el sembrador, la semilla destinada a producir frutos, dependerá de nuestra apertura y docilidad para hacer la voluntad de Dios. El texto describe el resultado de esta acción con estas palabras: "Escuchen ahora la parábola del sembrador: Cuando uno oye la palabra de Reino y no la interioriza, viene el maligno y le arrebata lo que fue sembrado en su corazón. La semilla que cayó en terreno pedregoso es aquel que oye la Palabra y enseguida la recibe con alegría. En él, sin embargo, no hay raíces, y no dura más que una temporada. Apenas sobreviene alguna contrariedad o persecución por causa de la Palabra, inmediatamente se viene abajo.

"La semilla que cayó entre cardos es aquel que oye la Palabra, pero luego las preocupaciones de esta vida y los encantos de las riquezas ahogan esta palabra, y al final no produce fruto. La semilla que cayó en tierra buena es aquel que oye la Palabra y la comprende. Éste ciertamente dará fruto" (Mt. 13, 18 -23).

Con esta enseñanza vemos con...

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