Palabra y fe / Los hijos 'pequeños' de Jesús

Pbro. Walter Gómez

Esta reflexión está basada en el Evangelio de este domingo: La Buena Nueva que es revelada a los pequeños y el pasaje de Jesús como el Maestro Bueno que nos pide cargar un yugo, sí, pero suave y ligero (Mt. 11, 25-30).

Veamos: Jesús empieza dando las gracias al Padre porque ha revelado su mensaje a los pequeños y no a los sabios e inteligentes. Esto hay que interpretarlo bien, porque más que hacer una distinción basada en conocimientos intelectuales, habla de aquellas personas que se encierran en sus pensamientos y no abren su Espíritu para que Dios entre. Les bastan sus pensamientos, y con arrogancia se encierran en sus habilidades y no son capaces de profundizar en el encuentro con Dios, apoyados en que ellos lo pueden resolver todo sin la ayuda de nadie, incluso de Él.

Por el contrario, los pequeños, la gente sencilla, no se refiere a la que tiene escasos conocimientos en su mente, sino la que es capaz de hacer a un lado su arrogancia y se abre con humildad y sencillez a lo que el Espíritu le puede ofrecer y se deja guiar, no por sus deseos, sino que es capaz de ceder, incluso a intereses personales, para que se haga en ellos la obra de Dios. Sería muy injusto pensar que porque tengo conocimientos automáticamente no puedo tener acceso a la revelación del mensaje divino y que por no tener tantos conocimientos ya voy a profundizar en su...

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