Página Tres / Pasa la Cumbre sin pena ni gloria

AutorRicardo Omaña del Castillo

Pasa la Cumbre sin pena ni gloria

Pasó la Cumbre de las Américas sin pena ni gloria, sin nada digno de contar a las nuevas generaciones. Durante dos días, adentro, en la sede, reinó la solemnidad. Afuera, la irreverencia. Adentro, planteamientos, lamentos y propuestas estériles. Afuera, gritos, reclamos y reproches. Adentro, una treintena de Mandatarios del continente. Afuera, 500 manifestantes y 3 mil policías, testimonio de los miedos que causan estos eventos entre amigos. La esperanza fue el mayor sedimento de la Cumbre, en la que el único ganador fue don George W. Bush, quien se llevó la promesa escrita de que el continente está dispuesto a firmar tratados de libre comercio con su País. La Cumbre, a la que el gran ausente Fidel Castro llamó "una reunión de lacayos de Estados Unidos", no trascendió a la sociedad, cuya indiferencia hubiera sido total de no haber sido por las molestias que ocasionó en la Ciudad, sobre todo en vialidad. No vino Castro, el Presidente incómodo, quien no fue invitado, pero vinieron los Presidentes Lula, de Brasil, y Hugo Chávez, de Venezuela, ninguno de ellos afectos al hot dog o a la hamburguesa, o al "sí, señor". ¿Bastará que los Mandatarios de los pueblos hermanos de Latinoamérica muestren el inventario de sus calamidades y frustraciones para evadir o salir de la crisis? Lo dudo. La sinergia de los miserables acentúa la miseria, pero no la erradica. En realidad, la mayoría de los Presidentes asisten a estos eventos esperanzados en recibir toda clase de ayuda del Coloso del Norte, Estados Unidos. Por supuesto que después de la Cumbre vinieron los discursos, algunos triunfalistas. El Presidente Vicente Fox dijo con gran satisfacción que la Cumbre había sido un éxito, que México había sido un promotor del consenso en los temas medulares tratados en las reuniones multilaterales y que había hecho un gran papel como anfitrión. Yo me pregunto: ¿no deben ser los huéspedes quienes en todo caso hablen de la fiesta y elogien al anfitrión? Pero, bueno, en México ya estamos acostumbrados al discurso con tintes de egolatría. Por supuesto que la opinión de Fox respecto a la Cumbre no fue la única. El Presidente venezolano Hugo Chávez dijo a su llegada: "A la Cumbre llegamos, nos saludamos, hacemos unos discursos, firmamos una declaración, nos tomamos fotos, sonreímos y nos vamos. Los Mandatarios nos la pasamos de Cumbre en Cumbre, y nuestros pueblos de abismo en abismo". Chávez no es del agrado de muchos venezolanos, y...

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