Los De Nigris acaparan reflectores

AutorGabriel Garza

Minuto 88 de juego. El Villarreal de España empata a uno con el Rayo Vallecano. Antonio, un delantero con delgadas piernas y el cabello largo, remata de cabeza y manda el esférico al fondo de las redes. En su debut da el triunfo al equipo.

Penúltimo integrante en llegar. A lo lejos, su larga cabellera confunde a una de las conductoras de Big Brother 2, ¿es hombre o mujer? Pone un pie fuera del automóvil y Alfonso sonríe presumiendo su dentadura; su caminar delata su oficio... es modelo.

Tigres pelea su pase a la clasificación contra los Gallos Blancos. Aldo, el más joven dentro de la cancha, aprovecha un rebote en el área y eleva el balón que va al fondo de las redes. Para despedirse, al minuto 85, marca su segundo tanto de la tarde.

Tres situaciones diferentes en momentos distintos. Tres personas con De Nigris como apellido y, en los tres casos, millones de pupilas observándolos en instantes inolvidables de sus vidas.

La competencia y el triunfo forman parte de la vida de estos tres jóvenes, vecinos de la colonia Paseo Residencial, donde han vivido los últimos 20 años.

"Si un día le iba mal a Toño en un juego (de Rayados) o fallaba algún gol, empezaban los huevazos de algunos fanáticos", indica Leticia Guajardo de De Nigris, "hasta los vecinos comenzaron a quejarse porque a ellos también les tocaba".

Con la mirada fija en Poncho, a quien ahora ve en vivo en una pantalla de 54 pulgadas que transmite Big Brother 2, esta mujer se muestra orgullosa de sus hijos, quienes, dice, traen el carácter de nacimiento y una sed de triunfo que ha llevado a los dos varones mayores a perseguir sus sueños lejos de casa.

Antonio, de 24 años de edad, se mudó a España a jugar con el Villarreal, con el que ya debutó anotando el gol de la victoria, y a finales del mes pasado, Alfonso,de 27 años, fue elegido en un casting nacional de entre 300 mil mexicanos para entrar a Big Brother 2.

"Ya estaba un poco inquieto aquí porque veía que sus hermanos estaban haciendo cosas interesantes en el futbol. El día que se fue a Big Brother dijo: 'Ahora sí, voy a ser como Toño, famoso, ya me va a conocer todo mundo'", recuerda su mamá.

La pasión familiar por el deporte, aunada a un estricto régimen de disciplina impuesto por Alfonso, el padre, un agente de seguros, los llevó a ignorar el dicho de que lo importante no es ganar sino competir.

"Desde chiquitos, no sé por qué, ni a mí ni a mis hermanos mayores nos gustó perder en nada, ni en las canicas", recuerda Aldo, delantero...

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