VISIÓN ECONÓMICA / Balde de agua fría

AutorSalvador Kalifa

El dato sobre el crecimiento de la economía mexicana durante el primer trimestre cayó como balde de agua fría sobre la Bolsa Mexicana de Valores, que cayó 4 por ciento durante los tres días siguientes al anuncio.

En nada ayudaron el miércoles 22 de este mes los comentarios del presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos (EU) respecto al posible momento en que comenzaría a disminuir sus compras de bonos hipotecarios y gubernamentales, puesto que ello también perjudicó a la bolsa y a la cotización del peso con el dólar.

Estos tropiezos exacerbaron lo que ha sido la tónica del mercado accionario mexicano en lo que va del 2013, que se manifestó primero con el desplome del precio de las acciones de AMX y que ahora refleja el impacto negativo de noticias adversas, tanto internas como externas.

Esta evolución de nuestro mercado bursátil, sin embargo, no ha sido muy diferente a la de otros mercados emergentes, que a diferencia de años recientes, han registrado un desempeño muy inferior al de sus contrapartes en las naciones desarrolladas.

En efecto, mientras el Dow Jones alcanzó varios nuevos récords este año, siendo el más reciente el alcanzado el martes de esta semana, y el mercado japonés también registra ganancias significativas en el mismo lapso (si bien tuvo una de sus caídas más aparatosas el jueves pasado), la historia es diferente para los mercados emergentes.

Estos últimos han caído o permanecido sin cambio durante el 2013. Por ejemplo, la Bolsa Mexicana de Valores registró, al día de ayer, una disminución de alrededor de 7 por ciento respecto al cierre de diciembre del año pasado, mientras que el Dow muestra un avance superior al 16 por ciento.

¿Qué podemos esperar hacia delante?

En varias ocasiones he comentado que el principal factor de estímulo a los mercados bursátiles, y el nuestro no es la excepción, es la enorme inyección de liquidez en la economía global, en especial la de EU.

El crecimiento de las utilidades de las empresas juega también un papel importante, pero secundario.

Esos dos factores explican, en gran parte, que los precios que se pagan por la mayoría de las acciones, a pesar de las caídas recientes, alcanzan múltiplos altos, en algunos casos, sólo vistos en épocas de burbujas financieras.

No extraña, por tanto, que la debilidad de nuestra economía y las declaraciones de Bernanke respecto a la disminución paulatina de sus compras de bonos hipotecarios y gubernamentales haya afectado negativamente el precio...

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