Muuuuuchas variedades para todos los gustos

AutorLeticia Salazar

Tomar leche es algo más que abrir el envase y servirse en un vaso, es una elección a conciencia, basta con ir al súper para darse cuenta de ello.

En los estantes, la variedad muge por sí sola, pues pueden encontrarse alrededor de 50 tipos de leche, desde entera, light, deslactosada, con ácidos grasos Omega 3, de sabores y hasta orgánica.

Esta última presume que las vacas que dan esa leche no están sometidas a estrés ni químicos y pastan libres en praderas naturales, asegurando así un alimento más sano.

Las leches adicionadas o fortificadas con vitaminas y minerales, también están tomando auge.

Según el Consejo Latinoamericano de Información Alimentaria, CLIA, por el tipo de leche que usted escoja, fácilmente puede manejar su nivel de colesterol, aportar fibra a su organismo o evitar incómodas molestias digestivas causadas por su consumo.

Antonio Hernández Astorga, director técnico de Grupo Lala, comenta que la idea es ofrecer un producto más nutritivo y darle gusto, incluso, a quienes no les agrada la leche o desean cubrir necesidades específicas de contenido y sabor.

La comercialización del lácteo se hace en dos formas principales: leche líquida o fluida y leche en polvo o deshidratada.

La leche fluida es tratada con calor para prevenir riesgos de salud pública causados por microorganismos presentes en la leche cruda.

Precisamente este proceso, conocido como pasteurización, en honor a su inventor Louis Pasteur, se dio después de que éste investigara los procesos de fermentación del vino y la cerveza y demostrara que era posible eliminar, con temperatura elevada, las bacterias que afectaban el producto.

Con ello, Pasteur aseguró el consumo de estas bebidas sin riesgo, pero no por igual, pues mientras algunos tienen el vaso medio vacío de leche, otros lo tienen medio lleno de refresco, cerveza o agua.

La razón es que en México se consume 3.8 veces más refresco, 3.6 veces más agua y 1.3 veces más cerveza que leche.

La nutrióloga Luisa Maya precisa que la cantidad de leche que se ingiera debe ser de acuerdo a las calorías que cada individuo necesita, al nivel de actividad física, al estado de salud, a la edad y a otras condiciones.

Es importante, recalcó, no tomar leche en exceso, pues un adulto sano no requiere más que uno o dos vasos al día y un niño alrededor de tres.

"Hay quienes se toman hasta un litro de leche al día, estas personas están elevando, por un lado, su consumo calórico y de energía, y por otro, están sobrecargando al...

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