Mozart, el prodigio

AutorLuis López

Cada nota, frase, progresión armónica y obra de Wolfgang Amadeus Mozart lleva el sello de un genio: una sencillez y accesibilidad musical que, como la punta de un iceberg, descansa sobre una riqueza artística incomparable.

El compositor austriaco, a 260 años de su nacimiento, que se cumplirán el 27 de enero, es, junto con figuras como Bach y Beethoven, sinónimo de música clásica, lo que lo ha vuelto uno de los músicos más escuchados, interpretados y estudiados de la historia.

Sin embargo, una figura de la talla de Mozart no podría trascender sin que surgieran múltiples mitos sobre su personalidad, su proceso de composición e incluso su muerte.

En sólo 35 años de vida, el artista, quien empezó a componer a los 5 años, produjo más de 600 piezas catalogadas. Si su vida se representara en una obra sinfónica, sus movimientos serían incontables. Éstos son algunos de los más célebres.

Allegro vivace: Pequeño prodigio

Desde su infancia temprana vivió rodeado de música. Su hermana mayor, Maria Anna, recibía lecciones de clavecín de su padre, el compositor y maestro Leopold Mozart, mientras el pequeño escuchaba atentamente todo.

El niño, siempre entusiasmado por aprender nuevas melodías, sólo tenía que escucharlas una vez para recordarlas, tararearlas a la perfección y luego acercarse al instrumento para reproducirlas con alegría, señala el académico Marcel Brion en Mozart, una de muchas biografías del compositor.

"Cuando una tonada le gustaba especialmente, la repetía y se entretenía en improvisar variaciones sobre el tema", relata en su texto el académico francés.

"Podría decirse que se alimentaba de música y que, sin esfuerzo, la música había pasado a formar parte de su ser, que se había convertido para él en una segunda naturaleza".

A los 5 años, el pequeño y su hermana, además de recibir su formación musical, ya viajaban con su padre por Europa, luciendo su talento en cortes y mansiones con públicos melómanos ávidos de escuchar a los prodigios.

Ya el genio apareció cuando el niño creó sus primeras melodías; la calidad de sus ideas musicales tempranas, habiendo escrito su primera sinfonía a los 8 años y su primera ópera a los 11, hizo evidente que su destino sería la composición.

Maestoso e semplice: Notas de genio

Lo primero que resalta en la música del compositor nacido en Salzburgo en 1756 es su estructura en una atmósfera armónica donde todo tiene sentido, subraya la profesora de piano Antonina Dragan.

"Su música está escrita en armonía...

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