Mexicar / Ten fe: vota por mí

AutorEnrique Canales

Hizo muy bien Vicente Fox, quien junto con Ricardo Lagos de Chile y Álvaro Uribe de Colombia, luchó por mantener una ruta racional para impulsar el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas y beneficiar a toda la región. Los que no se benefician son los vividores de siempre. La Cuarta Cumbre presenció cómo el populismo de un reventador como Hugo Chávez y la irresponsabilidad de un Néstor Kirchner pueden nublinar a la razón, incluyendo a la de López Obrador. A propósito, ¿Andrés Manuel tendrá en mente cancelar nuestra libertad de comerciar y meternos a todos al corralón?

Vimos a Maradona liderando campañas anti-libre comercio cuando fue por la misma libertad que le dio el futbol internacional que se hizo famoso. Ahora Maradona cayó bajo la droga antigringa suministrada por Chávez y Castro. Ambos dictadores necesitan de líderes de opinión convencidos, comprados o rentados para mantenerse a flote.

Si a un país le conviene un Acuerdo de Libre Comercio es un clásico problema que podría discutirse y resolverse racionalmente. Si hacemos una lista del orden de los países de acuerdo con su nivel de calidad de vida o de ingresos per cápita, veremos que los países que más comercian libremente con otros países son los más adelantados. Además, demasiados habitantes que viven en países encerrados quieren vivir en los países globalizados y no al revés.

Entonces, fomentando propuestas emocionales: "muera el Banco Mundial", "Viva el Che Guevara", "muera Bush", "vivan nuestras tradiciones" es posible cerrar las mentes.

Hace más de 50 años se realizaron unos estudios clásicos de sociología en EU por los profesores Paul Lazarsfield y Elihu Katz donde demostraron que la gente no decide votar por sí misma, sino que se deja influenciar por "sus" líderes de opinión. (Ver "Difussion of Innovations," 1962 de Everett Roger o una introducción al tema en Wilkipedia.com)

Para que una información relevante le llegue a la gente se necesitan los micrófonos de gente muy conocida considerada importante. Por eso, la gente famosa que proviene de cualquier campo puede influenciar tanto la opinión como el voto de la gente. Aquí no hay nada de racionalidad pues cada quien escoge emocionalmente a sus líderes de opinión para dejarse influenciar por ellos. ¿Recuerdan al Santo?

No tan sólo a los pobres, sino también a los ricos y educados se les puede drogar con emociones para favorecer cualquier programa social o político. En Estados Unidos se dice que a Bush lo eligieron en parte...

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