Mexicar / La Gran Receta

AutorEnrique Canales

A la Declaración de Nuevo León, la podemos describir como La Gran Receta, para cocinar eventualmente un "crecimiento con equidad" de cualquier país, en cualquier región. La Gran Receta contiene buena parte de los ingredientes necesarios para reponer la salud y la energía de un país, de modo de poder crear finalmente un ambiente propicio para que cada quien busque su bienestar personal.

Es importante poner el crecimiento primero y luego la equidad, porque si primero se le pone mucho énfasis a la equidad, como lo hizo Fidel Castro y lo pretende hacer Hugo Chávez, se rompe la paz interna y cunde el pánico. De hecho, Hugo Chávez dejó la huella de su capricho cuando agregó un párrafo que dice "Venezuela se reserva el párrafo relativo al ALCA, Área de Libre Comercio de las Américas, por motivos principistas y diferencias profundas acerca del concepto y filosofía contenidas en el modelo propuesto". Esto es grave. Si yo fuera venezolano sentiría que ya me quieren encerrar en un jugo bolivariano.

La Gran Receta, cuyos ingredientes los podemos leer en la Declaración de Nuevo León, le molesta al gobernante que quisiera tener la libertad de mandar a su antojo en su país, sin tener que rendir cuentas a los demás países. No comprenden los gobernantes con vocación a dictadores que su propio retraso crea un foco de inestabilidad que retrasa a toda la región. La Declaración de Nuevo León exige que ningún país tiene el derecho soberano de pudrirse, porque nos afecta a todos.

Si se suscribe la Declaración, entonces, en principio se va a aplicar La Gran Receta y todo mundo sabe con qué clase de país está uno tratando. La Gran Receta iba a incluir un sistema de medición de la corrupción de cada país, sin embargo, algunos países estúpidamente consideraron que nadie tiene derecho a medir la mugre de otro país porque se perdería la soberanía. Esa excusa me recuerda la oposición que hacía un viejito vecino de mi abuelo en Bustamente, N.L., quien se oponía a que su viejita esposa fuera tocada por el médico porque iba a perder su castidad y su dignidad.

Que quede bien claro: todo país es evaluado por los demás y lo más probable es que todos seamos muy mal medidos y muy mal evaluados. Por eso, a todos nos convendría ponernos de acuerdo en el procedimiento y la metodología de las mediciones para ponernos a hacer la tarea y reducir nuestras enfermedades sociales bajo comprobación internacional. Sería magnífico contar con certificaciones internacionales sobre la...

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