Coordenadas/ Liderazgo para tiempos turbulentos
| Autor | Enrique Quintana |
¿Qué clase de liderazgo se necesita hoy en las empresas y en todo tipo de organizaciones? ¿Son los atributos de siempre o deben surgir cualidades nuevas?
Hace poco más de 18 meses, cuando nos sorprendíamos y espantábamos frente a los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001, imaginamos que el mundo iba a ser desgarrado por una guerra religiosa. Surgieron múltiples hipótesis e interpretaciones que veían un "choque de civilizaciones" como el rasgo que habría de caracterizar a los conflictos del Siglo 21.
Las secuelas de ese acontecimiento parecieron unir de manera férrea a las naciones de Occidente, que parecían reivindicar una herencia política y cultural y presentar un frente común para combatir este nuevo terrorismo.
Prácticamente nadie se imaginaba que un año y medio después, una de las características centrales de la escena internacional sería la ruptura de bloques que parecían más sólidos que nunca, como los de las naciones de Europa.
Prácticamente nadie imaginaba que Iraq se fuera a colocar en el centro de los conflictos mundiales en unos meses, con todo lo que ello implica.
Veamos otro caso.
Si hace 2 años y medio usted hubiera dicho que los primeros 27 meses del Gobierno de Fox habrían de ser caracterizados por un freno económico de los más agudos de la historia contemporánea, seguramente habría recibido chiflidos de muy diversas partes, pues la percepción era que nos iba a ir muy bien.
Si hubiera dicho que en las elecciones del Estado de México el PRI iba a recuperar posiciones, seguramente no habría recibido crédito.
La fluidez que han tenido los acontecimientos ha sido asombrosa. El entorno se ha movido con una velocidad que ha superado prácticamente cualquier previsión.
Las mejores recetas para entender este mundo se han quedado obsoletas en el plazo de unos cuantos meses.
Por esa razón es que una de las cualidades esenciales que un liderazgo requiere ahora es el entendimiento de esos cambios.
Si alguien quiere hace prosperar su empresa, requiere entender el entorno, no sólo el de carácter macro, como el que describíamos antes, sino también el más inmediato, en el plano micro, y que tiene que ver con el modo en el que funcionan los negocios.
Pero el entendimiento no surge de inspiración divina. Requiere fundamentalmente de dos cosas. La primera es la información. Es imposible imaginar un liderazgo eficaz que esté mal informado de las cosas que importan. Pero la información por sí sola no dice nada. Se requiere interpretarla...
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