LEGÍTIMA DEFENSA / Derecho penal simbólico

AutorAlfonso Verde Cuenca

Amigos lectores: Según la Organización Mundial de la Salud, la seguridad ciudadana y la criminalidad de un país, estado y municipio son aspectos importantes de la salud pública, que afectan a la economía del bienestar, y que convenientemente analizadas y prevenidas contribuyen a incrementar la justicia social.

Las situaciones y demandas de seguridad están experimentando cambios acelerados en los últimos años. Las instituciones con responsabilidades en el área deben afrontar nuevos retos, lo que al parecer no están haciendo; encontrando que la inseguridad general se concentra principalmente en el miedo por la seguridad de la persona.

La posición más insistente se da en la idea de que debe existir un derecho penal con penas más duras y violentas, como fórmula de volver a la seguridad ciudadana que "algún día existió". Posiciones en realidad extremas.

Vivimos momentos en los que sobresalen las tendencias a incrementar el castigo en los delincuentes, a crear nuevos delitos por conductas que deben ser remediadas no con el derecho penal, todo como estrategia esencial de prevención especial, dirigida para que los demás no cometan delito, lo que, sin lugar a duda, arroja muy pobres o nulos resultados.

Desde el punto de vista de la criminología, la prevención del delito debe ubicarse dentro del modelo de Salud Pública, en el que para cada dolencia existe un tratamiento recomendable o, al menos, uno preferible en comparación con los otros.

Para evitar seguir en extremo confundidos, urge a través de la ciencia de la criminología introducir en la educación de la gente, del público, los auténticos conocimientos y las razones que están detrás de los delitos que se cometen y sus soluciones y así, además, ofrecerle a los políticos recomendaciones realistas de implementar, con argumentos científicos sin compromiso.

Hay que implementar en la prevención del delito aquellos programas y metodologías que prueben ser efectivos o al menos que muestren conseguir objetivos intermedios que sean considerados valiosos para la comunidad.

No podemos seguir malgastando el tiempo, el dinero y las esperanzas de todos los ciudadanos, cuando se le miente haciéndole creer que a través de la ley se incrementa la seguridad y los malos van a ir a la cárcel.

A título de ejemplo, y hablando de programas, resulta importante la intervención oportuna y temprana en escuelas y familias, y el considerar por parte de la autoridad, el grave riesgo en que se pone a las víctimas de delitos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR