Para Laurita: Unas medicinas

AutorMarcela Corral

Mielodisplasia era una palabra que para Laura Martínez carecía de sentido, hasta que los médicos se la pronunciaron como el diagnóstico de su cuarta hija, a quien en la primera oportunidad tiene pensado registrar con su nombre.

Por lo pronto, la mujer que llegó desde Mier y Noriega con su pequeña en brazos al Hospital Universitario, ya le platica llamándola Laura y procura seguir con el ánimo en alto aunque la niña de ocho meses le conteste sólo con la mirada.

La enfermedad que afecta directamente a la sangre, considerada por algunas teorías médicas como una antesala de la leucemia, no le permite sentarse o gatear como una niña de su edad.

"Esta niña desde que nació empezó a dar datos de que en su sangre no se estaban produciendo las características normales, se le hicieron una serie de estudios y en ese entonces se fue a su casa bien, pero luego regresó con un examen de sangre muy anormal y con mucha anemia", comenta Oscar González, hematólogo del Hospital Universitario.

Su esposo, Valentín Guzmán, dejó sus labores en el campo en su natal Mier y Noriega para quedarse con ella en Monterrey, donde desde las bancas de la sala de espera del Hospital Universitario vela también por el sueño de su pequeña.

"Aquí llega en la tarde, pero se queda afuera porque no dejan que haya dos...

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