Karen Batres / Páez y San Pedro

AutorKaren Batres

Alejandro Páez está haciendo un buen trabajo en San Pedro, contra viento y marea. Es evidente que está poniendo atención a los asuntos municipales y, eso, mucho más importante que los posibles desaciertos, se traduce en trabajo.

La declaración anterior se hace necesaria porque en este espacio público apoyé explícitamente a Eloy Cantú Segovia en la campaña pasada. Sigo en la opinión que habría sido un buen presidente municipal, pero me parece evidente que el Ing. Páez ha venido a poner un fin al desierto político que arrasó a San Pedro después de Rogelio Sada.

Los problemas que sufre San Pedro son enormes porque el municipio padece una demanda desorbitada de terrenos para comercios, residenciales, departamentales, en servicios públicos; porque San Pedro abarca a todas las clases socioeconómicas; porque es materialmente imposible actualizar las calles de acuerdo con el flujo vehicular sin parar de tajo el crecimiento del municipio, algo que no va a suceder, y algo que no sucede en casi ninguna parte del mundo en desarrollo.

"Lo que me repugna", dijo un amigo recientemente, "es que la gente exige que se controlen los antros, pero cuando un presidente municipal se faja, todos se le echan encima".

Eso resume en una sola frase la problemática actual de San Pedro y del Ing. Páez en relación con la ley de alcoholes. Vamos por partes.

El poder de compra de un gran número de habitantes de San Pedro hace redituable establecer negocios como discotecas y bares. En estos negocios se venden bebidas alcohólicas.

El alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central. Aunque la nicotina es la droga que actualmente causa mayores daños a la salud, el alcohol es la que causa mayores daños a terceros en el mundo entero: accidentes automovilísticos, por ejemplo. La relación causa/efecto es directa. Todas las estadísticas lo señalan.

Aplazando por el momento un análisis de la ley municipal de alcoholes, es necesario abordar el argumento de que es una violación a los derechos humanos restringir la ingesta de bebidas alcohólicas.

Este argumento, ofrecido por los que se oponen a los esfuerzos del Ing. Páez por limitar la venta de alcoholes en los "antros", es simplista en extremo porque no contempla la problemática humana milenaria: el equilibrio entre los derechos humanos individuales y los derechos humanos colectivos. Los derechos individuales terminan donde el daño a los derechos colectivos comienza. La definición social de daño a la colectividad se...

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