Joven, intensa y sin cirugía... a los 70 años

AutorMarco Castillo

Isela Vega es directa al hablar de cualquier tema por polémico que este sea, pero sin faltar al respeto a los demás.

Acepta cualquier cuestionamiento, desde lo relacionado con la apariencia física hasta su paso por el cine de ficheras que la colocó como el símbolo sexual de dos décadas.

Ahora, en lugar de vestidos ceñidos y escotes pronunciados, que aderezaba con una melena castaña y alborotada que la convirtió en los 70 y 80 en el sueño de miles de hombres, asume su papel de actriz madura.

"(Con el tiempo) vas viendo otros personajes, que van más acuerdo a la edad. Por eso estoy agradecida que ahora haya este tipo de cine como La Ley de Herodes, El Infierno, cine de denuncia que a mí siempre me ha gustado", menciona Isela, quien llega directo del aeropuerto sin maquillaje y enfundada en pants y suéter en color gris que le permiten lucir cómoda.

Si le dan a escoger, prefiere la comedia y el humor negro antes que desgastarse en un melodrama, por eso se le ha visto con personajes poco intensos en telenovelas como Niña de mi Corazón.

"Casi no me gusta el drama, el melodrama, la tragedia incluso", dice la mujer de 70 años que se define a sí misma como una actriz de vivencias.

"Vivencial le dicen. Soy más de trabajar con emociones y el melodrama tiene mucho desgaste, me gusta más hacer reír", añade al tiempo que acomoda con sus dos manos esa cabellera casi blanca que lleva suelta y sin ningún accesorio.

Asegura que disfruta cada proyecto que viene matizado con situaciones cómicas poco comunes y agradece cada vez que algún director la llama para un papel, por pequeño que sea, como ocurrió el año pasado en El Infierno.

"Eso es algo que agradezco, que piensen en mí", dice la ganadora de dos Arieles por su trabajo en las cintas La Ley de Herodes y Fuera del Cielo y que ahora está de gira con la obra de teatro Las Arpías, que presentó en días pasados en Monterrey.

Por eso, Muñecas de Medianoche, Las 7 Cucas, El Macho Biónico, Las Cariñosas y La Pulquería pertenecen a un momento fulgurante cuando fue el sex symbol. Pero Isela no vive del pasado.

"El día de hoy es el más importante de mi vida, los otros son recuerdos, la vida se pasó y así estuvo, esa película ya la hice", enfatiza haciendo alusión a esas cintas que la colocaron en el candelero y por las que fue una de las estrellas mejor pagadas de su tiempo.

Pero ni siquiera eso la orilló a caer en la vanidad, como otras actrices que, en aras de prolongar su juventud, se someten a tratamientos y...

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