Jorge Alcocer / Coaliciones y alianzas

AutorJorge Alcocer

Las coaliciones electorales entre partidos políticos son consustanciales a los sistemas democráticos en los que existe una configuración de tipo multipartidista, lo que se acentúa en presencia de mecanismos de segunda vuelta. No es así cuando el sistema es bipartidista, como persiste en Estados Unidos o así era hasta hace poco en Gran Bretaña, casos en los que de manera automática se genera mayoría absoluta para uno de los dos partidos en contienda.

Si el sistema es bipartidista o pluripartidista, y el electorado entrega mayoría absoluta para un partido, el gobierno que surge de las urnas es, casi siempre, monocolor. Cuando en el segundo caso el voto se divide, lo que se producirá es una alianza postelectoral que permita al partido de mayor votación formar gobierno, situación inevitable en regímenes parlamentarios, pero que también llega a ocurrir en sistemas presidenciales.

Las coaliciones electorales son la antesala para las alianzas de gobierno, que por lo general incluyen la presencia de representantes de los partidos minoritarios en el gabinete o en cargos públicos de importancia. Los ejemplos son múltiples, en todas las latitudes del mundo democrático, en donde nadie se rasga las vestiduras por ver gobiernos de coalición.

En España, los partidos regionales, con presencia en las regiones autonómicas, como en Cataluña lo es Convergencia y Unión (CIU), llegan a ser el fiel de la balanza para formar mayoría en el Parlamento, sea con el Partido Popular (PP) o con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En Alemania, la experiencia de alianzas incluye gobiernos formados por los dos partidos de mayor peso electoral (PSD y CDU) así como varios gobiernos nacionales en que partidos regionales, o el Partido Verde, han sido decisivos para formarlos y mantenerlos en funciones. Francia es otro caso de alianzas, no sólo entre partidos de izquierda, sino incluso entre los socialistas y el centro-derecha para frenar el avance de la ultraderecha. En casi todos esos casos, los partidos minoritarios que participan en la alianza de gobierno reciben cargos de alto nivel.

En el caso de México, las alianzas electorales, bajo la hoy inexistente modalidad -a nivel federal- del "candidato común", fueron practicadas por el PRI (con PPS y PARM) desde finales de los años 50 y hasta 1982. Como se recordará, el cisma en el PRI y...

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