Javier Livas/ Supuestos fatales

AutorJavier Livas

En el epicentro de nuestra manera de pensar se encuentra una serie de supuestos que rigen nuestra lógica interna de manera rigurosa y por ende condicionan nuestras percepciones y controlan nuestra conducta.

Desgraciadamente, muchos de esos supuestos resultan obsoletos y se convierten en trampas mentales, peligrosas y hasta mortales.

Al concluir la Primera Guerra Mundial, los generales franceses ordenaron construir la Línea Maginot. Supusieron que la segunda guerra sería otra guerra de trincheras. La aviación de Hitler, sus nuevos tanques y carros de asalto le sacaron la vuelta a las fortificaciones de concreto armado y capturaron toda Francia sin gran esfuerzo.

Los generales alemanes supusieron que su máquina Enigma producía mensajes indescifrables. Los ingleses encontraron la manera de computar soluciones a gran velocidad y descifrar los mensajes. La ventaja de poder anticipar los movimientos alemanas les ayudó a ganar la guerra con ayuda de los Estados Unidos. Los Estados Unidos supusieron que su poderío militar era suficiente para derrotar a los comunistas de Vietnam del Norte. Los cálculos de logística del Secretario de Defensa Robert MacNamara ignoraron el poder de la persistencia y el espíritu de sacrificio del pueblo vietnamita. Estados Unidos perdió esa guerra a un costo de 50 mil soldados.

Hitler supuso que podría invadir Rusia y conquistar Leningrado y Moscú en breve tiempo. Lo mismo había pensado Napoleón un siglo antes. Nunca tomaron en cuenta el factor llamado invierno, que terminó con sus ejércitos sin necesidad de bombas o balas.

Los rusos supusieron que Marx tenía razón y que sería cuestión de tiempo para que los proletarios de mundo se unieran en contra de los capitalistas; que a largo plazo la Guerra Fría estaba ganada. Los trabajadores americanos se hicieron accionistas de General Motors, IBM, ATT, Exxon, etc. La Unión Soviética se colapsó antes que el capitalismo.

La comunidad de inteligencia estadounidense ha cometido una serie de errores de planeación en la estrategia antiterrorista.

Es un error suponer que basta gastar cientos de miles de millones de dólares para lograr seguridad. Es un error suponer que la seguridad es un problema de dinero.

Ha sido un error suponer que el bombazo de 1993 sería el último ataque contra las Torres Gemelas de Nueva York. El fracaso del bombazo sólo produjo el incentivo para cambiar de plan y producir la catástrofe...

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