Javier Livas / Inventario desperdiciado
| Autor | Javier Livas |
Mientras que por un lado el mundo parece ir de mal en peor agobiado por problemas de complejidad, por otro van aumentando las aplicaciones y soluciones basadas en el pensamiento de sistemas, que es simplemente ver las cosas en forma integral.
Ello me da base para afirmar que para arreglar las fallas del capitalismo en Estados Unidos se requiere un capitalista capaz y bienintencionado, y no un Presidente como Barack Obama cegado por su vocación populista.
Los problemas complejos como la crisis económica, la inseguridad, el desempleo no se van a solucionar con mentalidades o estructuras burocráticas del siglo pasado. Para mí es claro que Obama ya dejó pasar su gran oportunidad, como Fox y Calderón. Por eso va a perder.
Desde hace más de 20 años he estado insistiendo en la aplicabilidad del modelo de sistema viable del Profr. Stafford Beer y sus métodos de inteligencia colectiva para combatir la corrupción en Pemex y en el Gobierno, por ejemplo.
Esos modelos están teniendo grandes avances en Europa, sobre todo en Alemania, Suiza y Austria. Aquí, en cambio, la legislación laboral entronizará a la señora Gordillo y a Romero Deschamps.
Pero el inventario de soluciones sistémicas ha seguido creciendo mundialmente. A ver si ahora que cambie el Gobierno llegamos al punto de masa crítica. Doy ejemplos.
En días pasados estuvo en el Tec Gunter Pauli, gran visionario y amigo de los sistemas, con más de 180 proyectos empresariales complejos alrededor del mundo, todos exitosos. Pauli logra construir soluciones de negocios que vinculan a cuatro, cinco o más empresas para lograr verdaderos milagros económicos e "inventar" riqueza de la nada.
John Seddon confirma la idea de que el diseño del sistema prevalece sobre los trabajadores a la hora de determinar su comportamiento. Como psicólogo en las prisiones aprendió que los malos sistemas penitenciarios inculcan las conductas que llevan de nuevo a la cárcel a los que de allí salieron.
Ahora Seddon es experto en el método de producción de la Toyota y en materia de control total de calidad, siguiendo a Edward Deming.
Seddon define las "demandas por fracaso" como las reclamaciones de los clientes o los ciudadanos que resultan de sistemas defectuosos. Esta demanda superflua multiplica la carga de trabajo y desperdicia recursos valiosos. Pensemos lo que podríamos ganar aplicando esta visión a la administración de justicia. Todos los amparos son...
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