Irma Martínez / Somos rehenes

AutorIrma Martínez

En verdad admiro y envidio el patriotismo manifestado por los "indignados" españoles en las últimas semanas en La Puerta del Sol de Madrid, gritando a los cuatro vientos sus inconformidades contra una clase política que no los representa.

Esos sentimientos suenan familiares. La diferencia es que ellos sí se organizan, discuten, analizan y, sobre todo, hacen propuestas. El ejemplo de los "indignados" se ha extendido a más de 90 ciudades españolas.

En cambio, a nosotros los mexicanos la indignación se nos atora en la sobremesa familiar o en pláticas de café. Es poco o casi nada lo que los ciudadanos hacemos por defender nuestros derechos.

Por ejemplo, vemos pasar noticias publicadas con evidencias contundentes de jueces corruptos en los que la autoridad no ejerce un cese inmediato, sino sólo suspensión temporal.

En México los abusos de poder están implícitamente permitidos. Hace poco el presidente y un funcionario de la p descaradamente gastaron ¡250 mil pesos! en una semana en Madrid.

Viajaron en primera clase, costándoles 50 mil pesos por persona, siendo que el viaje redondo aéreo por clase turista cuesta unos 13 mil 500 pesos. Presentaron gastos de alimentación por casi 5 mil pesos diarios, mientras que en el hospedaje de seis noches pagaron casi 62 mil pesos. ¡Y eso que se trata de funcionarios que supuestamente vigilan la transparencia!

Por otro lado, salió a la luz pública que aun con el imparable problema de inseguridad de Nuevo León, los funcionarios del Estado están atareados usando tiempo y recursos oficiales en organizar el plan electoral del PRI para el 2012.

Queda claro que la lucha por el poder político se antepone ante el bien común. Precisamente, la semana pasada fuimos testigos de la reunión 41 de la Conago, con Nuevo León como anfitrión, a la que asistieron 28 Gobernadores. Supuestamente estas reuniones son para discutir temas relacionados con el federalismo y, obvio, tratar el tópico de la violencia.

Sin embargo, el cuestionamiento ciudadano es: ¿Ganó algo nuestro Estado con ser la sede? La verdad, todo indica que el objetivo fue ser aparador de politiquería.

Lo que sí nos trajo este evento fue un caos vial terrible. Cerraron grandes avenidas para que la realeza transitara a sus anchas, mientras el pueblo sudaba la gota gorda para transportarse.

¡Qué distinto hubiera sido si los gobernadores visitantes -y el nuestro- se hubieran hospedado en el hotel de Cintermex donde fue la reunión! De esa manera, sólo blindarían un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR