El Informe Oppenheimer/ ¿Se durmió la región en las elecciones peruanas?

AutorAndrés Oppenheimer

¿Por qué Estados Unidos siempre tiene que ser el primero en denunciar las amenazas a la democracia en América Latina? ¿Estaban dormidos los Presidentes de la región la semana pasada, cuando los observadores internacionales denunciaban que se estaba armando un fraude para lograr la segunda reelección del Presidente Alberto Fujimori?

Hay una percepción generalizada entre los analistas políticos regionales de que si Estados Unidos y el observador independiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) no hubieran puesto el grito en el cielo a comienzos de la semana pasada, Fujimori o sus seguidores hubieran llevado a cabo un fraude masivo en las elecciones del 9 de abril.

Veamos la cronología de lo sucedido:

Ya antes de las elecciones, los observadores del Instituto Nacional Demócrata y el Centro Carter habían denunciado que el proceso electoral peruano no estaba a la altura de los parámetros internacionales de elecciones libres y abiertas.

Entre muchas otras cosas, citaron las dudosas maniobras legales que permitieron a Fujimori presentarse para un tercer periodo electoral de cinco años. Asimismo, citaron evidencias de que partidarios que apoyaban a Fujimori habían falsificado gran parte del millón de firmas que precisaban para formar un nuevo movimiento político que respaldara a la coalición oficialista.

Luego, en el día de la elección, las encuestas de salida mostraban una clara ventaja del principal rival del Mandatario, Alejandro Toledo, un economista de origen indígena con estudios de postgrado en la Universidad de Stanford. Pero hacia la tarde, a medida que entraban los votos de las zonas más remotas de Perú, Fujimori comenzaba a cerrar la brecha.

Sin embargo, horas después, mientras las encuestas todavía proyectaban que Fujimori no alcanzaría el 50 por ciento más un voto necesarios para ganar la primera vuelta, la organización electoral estatal suspendió el conteo de votos y prohibió a los observadores electorales de la OEA estar presentes en el lugar de los cómputos. Los observadores internacionales denunciaron que algo "siniestro" estaba ocurriendo.

El martes, Washington advirtió a Fujimori que no tratara de proclamarse ganador en la primera vuelta. El vocero de la Casa Blanca, Joe Lockhart, dijo que Estados Unidos, en base a sus informaciones sobre el resultado de la votación, "ciertamente" esperaba que hubiera una segunda vuelta.

Horas después, mientras el Departamento de Estado y el Congreso estadounidenses estudiaban...

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