Hospedaje para estrafalarios

AutorCecilia Núñez

Abrir cualquiera de las 45 habitaciones del peculiar hotel Propeller Island City Lodge, en Berlín, es toda una sorpresa.

¿Qué pensarías si, al entrar a tu cuarto de hotel te encontraras con que la cama cuelga del techo y que solamente jalando unas manijas del suelo descubrirás cuatro camas escondidas?

Los dormitorios creados por el artista alemán Lars Stroschen van desde diseños coloridos, pisos inclinados y habitaciones que brindan total intimidad aunque se duerma acompañado (al apretar un botón desciende una división desde el techo que parte la cama en dos) hasta uno lleno de jaulas, cadenas y cuerdas.

No es un hotel cualquiera: aquí hay de todo para todos los gustos, especialmente para quienes tienen antojos exóticos.

Una de las características principales son las "esculturas acústicas" que hay en cada habitación. Éstas instalaciones audiovisuales están diseñadas especialmente para cada espacio y su ambiente.

Dedicado desde muy joven a la música, la fotografía, los audiovisuales y la fabricación de sus propios muebles, Stroschen aplicó todos sus conocimientos sobre arte a la invención de estos extravagantes espacios. El proceso creativo y de construcción duró cinco años.

Todo comenzó cuando, al necesitar dinero para poder hacer música, Stroschen decidió alquilar dos cuartos de su casa.

Para el artista era aburrido rentar habitaciones convencionales, por lo que decidió decorarlas con algunas de sus creaciones, que pueden considerarse dentro de los cánones del arte contemporáneo.

Así logró romper con los paradigmas de un hospedaje habitual.

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