Grita 10 minutos para ser salvado

AutorDaniel Flores

Arnulfo Ramírez Hernández, de 18 años, instalaba registros eléctricos en una zanja de 1.60 metros de profundidad, en la construcción del Fraccionamiento Dinastía, al poniente de Monterrey, cuando un deslave lo sorprendió.

El estaba en el fondo de la zanja y aunque intentó ponerse a salvo no pudo, por lo que arena y piedra laja empezó a caer y a cubrir poco a poco su cuerpo.

Al terminar el deslave, la tierra le llegaba a las piernas, recordó Ramírez Hernández en la sala de urgencias del Hospital Universitario.

"Empecé a gritar como unos 10 minutos para que me escucharan los otros trabajadores porque estaban retirados", dijo ayer, "yo pensé que no iba a salir, no podía sacar el pie".

El accidente se registró a las 14:00 horas del martes en los trabajos de urbanización del Fraccionamiento Dinastía, ubicado sobre una loma en el Bulevar Puerta del Sol.

Al lugar arribaron paramédicos de las cruces Verde y Roja y elementos de Protección Civil de Monterrey y del Estado.

Sin embargo, debido al estrecho espacio de la zanja donde estaban atrapados los trabajadores, los rescatistas se tardaron una hora para sacarlo.

"Pensaba que no me iban a sacar o algo así, pensaba que ahí me iba a quedar porque duré como una hora y media atrapado", recordó.

Ramírez Hernández es originario de Xilitla, San Luis Potosí, y desde hace tres años salió de su casa en busca de un mejor futuro; emigró a Estados Unidos donde laboró como albañil.

Hace dos semanas llegó a Monterrey donde con ayuda de un...

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