El gris encanto de Lima

AutorCarla Guerrero

Fotos: Carla Guerrero

EL NORTE / Enviada

LIMA.- "Lima me gusta a medias. Estoy aburrido de lo predecible que puede ser...Y el cielo... Todos los días amanece un cielo color gris plomo, y no sabes si hará sol o lluvia. En Lima siempre estás de luto", me cuenta Jorge, un amigo limeño.

Eran las doce del mediodía pero podía ser cualquier hora. Ni sol, ni nubes, ni viento, ni nada.

"Lima la horrible", la llamaría en su novela Sebastián Salazar Bondy, donde hace una figuración de esta ciudad fundada por Francisco Pizarro en un día de enero.

Pero es noviembre y la primavera comienza en el hemisferio sur. Parece que Lima tiene una especie de encanto lúgubre que en realidad no la hace horrible, después de todo.

Junto con Jorge, renté por dos horas un taxi o "ticos" después de acordar 15 soles la hora (no hay taxímetro) con el chofer. A primera instancia, Lima es una ciudad árida, con montañas de tierra que la rodean, distritos vagamente delimitados y el cielo, el mismo cielo gris.

La primera parada es Chorrillos, un distrito histórico donde se encuentra la franja costera de la ciudad, bañada por las aguas del Pacífico. La playa está desierta en esta época, con un mar opaco, vacío de aves y de mujeres en bikini, aunque Jorge me cuenta que en verano la cosa se pone mejor. Aquí se come el mejor ceviche, un platillo típico de esta parte del Perú, acompañado de la tradicional Inka Cola, el único refresco en el mundo que desplazó en consumo a la Coca Cola, aunque después la transnacional la compró.

Cerca de Chorrillos está Barranco, el distrito bohemio de Lima, lo que pudiese ser como un Coyoacán con todo y plaza, hippies y bares que concentran a artistas e intelectuales.

El más famoso es "Juanitos", que data de 1937 y que maneja don Juan y sus hijos. Aquí inician las tertulias después de las jornadas laborales cuando escritores, fotógrafos, poetas, músicos y periodistas se reúnen en este bar para beber cerveza de barril o fumar cigarros Hamilton.

Lima fue fundada un Día de Reyes en 1535. Su nombre proviene de la palabra aymara "lima-limac" o "limac-huayta", que designa a una flor amarilla; o del quechua "rimac", que significa hablador... y cómo hablan los limeños.

Por los caminos de Lima

Tomamos la vía express rumbo al centro histórico, no sin antes pasar por el distrito bursátil lleno de bancos, empresas telefónicas y, ¿Elektra?

El taxista me cuenta que esta empresa mexicana apenas entró al mercado peruano y me presume haberse comprado un refrigerador...

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