Desde la Sinagoga/ El gran precepto de visitar a los enfermos

AutorRabino Moisés Kaiman

De acuerdo con nuestra religión, antes de comenzar a rezar o comer debemos lavarnos las manos.

Hay sólo un gran precepto que cuando decimos esta bendición no debemos lavarnos las manos.

Al levantarse en la mañana dirás: "Gracias te doy a ti, rey viviente y eterno, que me has devuelto el alma con misericordia inmensa en tu bondad".

¿Por qué no debemos lavarnos las manos antes de decir esta oración? La respuesta está en la misma oración que decimos al acostarnos: "Bendito es el Señor de día, bendito es el Señor de noche, bendito es el Señor al levantarnos. Porque en tus manos está el alma de todo ser viviente y el espíritu de todo mortal; en tus manos deposito mi alma. Sálvame, Señor, Dios de verdad, Dios nuestro que estás en los cielos consagra tu nombre y mantén tu reino siempre, y reina sobre nosotros por toda la eternidad".

Por eso cuando abrimos los ojos en la mañana, inmediatamente debemos decir esta bendición (mode ani) "Agradezco yo", y no hay ni siquiera tiempo para lavarnos las manos. De esto aprendemos que cada cosa que Dios nos da debemos agradecerle.

De la misma forma debemos portarnos con la gente si alguien hace algo bueno por nosotros, aunque sea sólo decirnos una palabra, debemos estar agradecidos.

Lo que quiero decir con esto es que la semana pasada estuve enfermo y fui internado en la Clínica Oca.

Debo agradecer a todos los que me atendieron, médicos, enfermeras, y a cada uno de los que me visitaron, me llamaron por teléfono y se interesaron por mi salud, me es imposible nombrar a todos, pero no puedo dejar de mencionar al Gobernador y su esposa; el Cardenal, mi gran amigo el Padre Abramo, miembros de mi comunidad y muchos más. A todos gracias.

Muchas de las personas que me visitaron estaban asombrados del hospital, muchos no sabían que era un hospital tan moderno, bien equipado.

Asimismo, las personas estaban asombradas por el servicio y la atención que yo recibía, algunos creían que recibía un trato especial por ser el Rabino, y el dueño de la clínica, una persona de mi comunidad, pero pregunté y me dijeron que todos los enfermos reciben el mismo trato.

Como dice en Preceptos de los Sabios, capítulo 5-13: "Hay cuatro caracteres entre los hombres. El que dice: 'Lo mío es mío y lo tuyo es tuyo', es de carácter mediocre. Quien dice: 'Lo...

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