Germán Dehesa/ Debatirse en retirada

AutorGermán Dehesa

Desde mi apartado retiro con vista al mar, avizoro dos cosas: el inminente "debate" va a ser más aburrido que un documental sobre los helechos (o que las amortecidas charlas radiofónicas del electrizante Dr. Zedillo); adivino también que, por el tumulto de participantes y por el pleistocénico formato que se le impuso al encuentro, nadie va a ganar o a perder demasiado. Por supuesto que lo voy a ver (los candidatos se pondrían tristísimos si no lo hiciera), pero espero más de la presencia y de los siderales ojos de Mayte Noriega, que de los estremecimientos que puedan provocarme Cárdenas, Labastida, Camacho y carismáticos que los acompañan (omaigod!). Difícilmente se repetirá un sobresalto como el que provocó la encendida y descontonera verba del Jefe Diego en el debate del 94; me temo que algo así no volverá a ocurrir (una vez es gracia, dos es leperada; solía decir mi tía la Gorda). En previsión de cualquier desafuero, los organizadores (que algo tienen de agentes funerarios) se han encargado de diluir las posibles tensiones mediante el momificador formato de este primer debate y mediante la división del cotejo en dos capítulos; el que hoy contemplaremos tendrá que ser considerado preliminar y de calentamiento y el segundo (si llega a realizarse) se vivirá como una suerte de nota de contratapa y así, entre un prólogo y un epílogo, nos quedaremos sin libro (¿dónde quedó la bolita?).

Si resultan reales las hipótesis aquí planteadas, lectora lector querido, creo que muchas cosas podemos esperar del debate; muchas, pero entre ellas no esperes emociones estrujantes y quemaduras de tercer grado como las que hubo en el 94. ¿Qué cosas sí podemos razonablemente esperar de los sincronizados monólogos que oiremos y/o veremos esta noche? Enumero: 1) que empiece. Esto puede sonar como una estupidez (probablemente lo sea) pero a todos nos consta que, desde hace meses, varios candidatos y miles de politólogos, "comunicadores", "líderes de opinión" y taxistas ya saben o creen saber qué va a decir cada candidato, qué van a responder los otros, quién va a ganar y cuánto van a tardar en sanar los damnificados; 2) hay que estar muy almejas para ver cómo administra cada candidato sus 14 minutos (puede proponer, puede agredir, puede defenderse, fingir demencia, mostrarse, ocultarse, etc.); me parece que es una buena oportunidad para que algo aprendamos de la capacidad de administración moral y material de los que pretenden gobernarnos; 3) será interesante la...

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