Mío... ese gato es mío
Mariana nunca pensó que al contarle a Elisa, su mejor amiga desde la primaria, acerca del amor que siente por Víctor, su reacción sería de enojo, casi de llanto. Y es que lo que no sabía Mariana es que su amiga muere por este chavo desde hace dos años, pero como no la pelaba, nunca lo comentó con nadie. Casos como éste suceden a menudo, a veces más de lo que pensamos, y es que cuando el amor y la amistad se enfrentan, los involucrados pueden resultar severamente lastimados.
Con las garras afiladas
Las relaciones humanas, en especial las sentimentales, son muy impredecibles; podemos controlar nuestros pensamientos y, a veces, nuestras actitudes, pero no los sentimientos. A veces sin darnos cuenta, y hasta involuntariamente, nos clavamos hasta el fondo con alguien y cuando reaccionamos, ya es demasiado tarde.
Y si esa persona es el amor imposible de nuestra mejor amiga, la cosa se puede poner 'felina'.
El principal factor por el que dos amigas puedan enamorarse del mismo chavo es que, como son amigas, tienen experiencias similares debido a que se desenvuelven en el mismo ambiente: van a las mismas partes, hacen cosas parecidas, conocen a los mismos chavos, comparten intereses similares y hasta tienen gustos parecidos.
Puede darse el caso de que una de las amigas admire tanto a la otra que la quiera imitar hasta en el chavo que le gusta, pero si esta situación se sale de control, esa admiración se puede convertir en rivalidad.
Otra causa muy común que puede desencadenar este peligroso y conflictivo triángulo amoroso, es que a un chavo se le ocurra coquetear al mismo tiempo con dos chavas que son amigas. En este caso existe una intencionalidad de jugar con los sentimientos de las chavas o bien, de dañar a propósito esa amistad.
Cuando dos amigas se dan cuenta que les atrae el mismo tipo, puede haber dos tipos de reacciones: si la atracción no es tan significativa, tal vez hasta les dé risa y olviden el asunto en pocas semanas, pero si las dos están seriamente clavadas y dispuestas a defender a capa y espada su sentimiento, ¡cuidado!, porque les puede salir el instinto felino y hacer esa amistad añicos en pocos días.
Lo primero que sucede es que se dejan de frecuentar y hablar como antes. Ponen mil pretextos para no verse y ninguna de las dos acepta ante la otra la verdadera razón del distanciamiento. Pero en el peor de los casos, puede haber un franco y abierto enfrentamiento entre las ex-amigas y la cosa puede acabar mal.
Pensarlo dos veces En...
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