La galería de los retratos eternos
| Autor | Abraham Vázquez |
Hay cementerios que pueden ser tomados como museos.
La arquitectura de sus tumbas o hasta la celebridad de sus muertos los vuelven sitios de peregrinaje obligado para los vivos que buscan experiencias estéticas.
Sin embargo, hay otros que pueden tener esto y, además, exhiben otras disciplinas del arte, por ejemplo la fotografía.
El Panteón de El Carmen, uno de los más antiguos en la Ciudad, es uno de ellos.
Esta necrópolis exhibe arquitectura, escultura y celebridades regionales, pero pocos saben que además cuenta con una de las más extrañas galerías de retratos en las tumbas.
Quien sea capaz de recorrerlo con los ojos bien abiertos descubrirá que este camposanto concentra una amplia muestra del arte del retrato del siglo 20 en la Ciudad.
Rostros y figuras de cuerpo completo, tres cuartos, en un busto tridimensional, bajorrelieve o, incluso, en una técnica casi extinta, como la fotoescultura.
Son tantos documentos en imagen de los regiomontanos difuntos, que podría ser envidia de cualquier centro de conservación y registro de fotografías históricas. Hoy, en vísperas del Día de Muertos, se ofrece una mirada a este arte funerario.
SIEMPRE VIVOS
Una vez que recorrió el Panteón de El Carmen, al historiador y arqueólogo Enrique Tovar le llamó la atención la cantidad de retratos. Como especialista en los temas de cultura y arte funerario, hace tres meses se propuso iniciar un registro.
Sabía que era un dato en el que pocos habían reparado. La cifra resultó más de lo esperado: en total hay ahí 222 retratos que abarcaban un siglo, de 1908 al 2008.
"Aquí ha habido un interés por guardar la memoria del muerto a través de su imagen. Es interesante porque en otras regiones del País no se presenta este fenómeno", dice el también investigador del Centro INAH-Nuevo León.
Tovar asegura que tal cantidad de retratos ni siquiera se encuentra en cementerios de la Ciudad de México.
"Es una costumbre que aquí se arraigó. Son retratos que en su mayoría son por los deudos para el recuerdo de los difuntos".
Los retratos, en su mayoría fotografía, aunque también hay esculturas, son rostros de hombres con bigote protuberante, niños en bicicleta y damas que miran con nostalgia, que contrastan con las típicas imágenes del panteón dominadas por ángeles, vírgenes y cruces.
"Los retratos retiene algo de la personalidad de cada difunto", explica Tovar. "Sus rasgos físicos, los accesorios que los visten, como ropa e insignias distintivas, los rasgos faciales".
De acuerdo...
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