Gabriela De la Paz/ Voto a favor
| Autor | Gabriela De la Paz |
Aunque creo que la guerra es uno de los peores flagelos de la humanidad, también considero que en ocasiones es un paso para la paz, ya que es una forma de ejercer la fuerza en política internacional y que en algunos casos está plenamente justificada.
Desgraciadamente, nunca se sabe con exactitud cómo van a terminar y cuando no están bien planeadas -y eso incluye obtener un consenso previo- a veces son el preludio de una situación peor. Estados Unidos tiene muchos motivos para buscar una confrontación bélica con Iraq, ya que para ellos sí es una amenaza: reta a su gobierno, fomenta el odio contra los estadounidenses en Medio Oriente, desobedece a la ONU, viola flagrantemente los derechos humanos de sus ciudadanos, acumula armas que le son prohibidas, tiene una deuda pendiente con la familia del Presidente Bush y está por comprobarse que efectivamente tenga vínculos con el grupo terrorista de Osama bin Laden (además de unas reservas petroleras importantísimas que aparentemente son codiciados por los grupos de poder cercanos a Bush). Todo ello se traduce en que, gracias a Iraq, Washington tiene problemas para controlar una zona estratégica.
Por su parte, México no tiene intereses directos en Iraq y nuestras relaciones con ese país han sido mínimas, si no es que nulas. Primero, por la lejanía geográfica y cultural. Segundo, porque durante la Guerra Fría estuvo más cerca de la Unión Soviética que de Estados Unidos, hasta su enfrentamiento con el Irán del Ayatollah Khomeini. Tercero, las sucesivas guerras en las que este país se ha embarcado le impiden enfocarse en expandir sus relaciones con el exterior, limitándose a sus aliados más cercanos.
Se dice que México no tiene intereses, sino principios, y quien afirma esto desconoce la forma en que se conducen las relaciones internacionales y la naturaleza de los Estados. México sí tiene intereses y uno de los más fuertes es tener una buena relación con Estados Unidos. Los motivos nos sobran, 15 millones de mexicanos allá y el 87.7 por ciento de nuestras exportaciones con este mismo destino. La historia común nos ha demostrado que es posible llegar a acuerdos satisfactorios para las dos partes y que se ha llegado a un nivel de interdependencia del que no es fácil dar marcha atrás, pero la relación sigue siendo muy asimétrica.
Por ello, atendiendo a sus intereses y sin contravenir a sus principios de política exterior, México debe apoyar a Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU. George W...
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