Gabriela De la Paz / Deseo cumplido

AutorGabriela De la Paz

La captura y muerte de Osama bin Laden finalmente ha llegado y con ello se ha cumplido un deseo que muchas personas expresaron el 11 de septiembre de 2001, y en los días posteriores.

Sin embargo, no era ésa la primera vez que la mente de Bin Laden planeaba atentados contra Estados Unidos: primero habían sido las mismas Torres Gemelas en 1993, sólo que aquella vez la furgoneta que estaba cargada de explosivos dañó varios pisos de estacionamiento y una estación del Metro, mató a seis personas e hirió a otras.

Luego, en agosto de 1998, las embajadas estadounidenses en Kenya y Tanzania explotaron y dejaron un saldo combinado de al menos 223 personas muertas y más de 4 mil heridas. En octubre del 2000, un ataque suicida de Al-Qaeda contra el barco USS Cole mató a 17 personas e hirió a casi 40.

La respuesta del entonces Presidente Bill Clinton en el atentado de 1998 fue atacar con misiles los campamentos de entrenamiento de Al-Qaeda en Sudán y Afganistán. Uno de ellos resultó ser una fábrica de medicinas y el otro era un campamento de entrenamiento que ya estaba abandonado. Por desgracia, el Congreso impidió que Clinton continuara sus pesquisas y las misiones de inteligencia no fueron capaces de anticipar el gran golpe que vendría el 11 de septiembre.

Ese día cambió la política exterior de Estados Unidos y la vida de muchas personas relacionadas con los más de 3 mil muertos y cientos de heridos que ya han obtenido su venganza y un motivo para cerrar su ciclo de duelo.

No se sabe si la muerte de Osama bin Laden cambie algunas cosas. Por un lado, Al-Qaeda logró una gran capacidad de destrucción con la creación de una red global de terrorismo que atacó en Inglaterra, España, Turquía e Indonesia, entre otros países. Probablemente los seguidores de Osama intentarán ataques como represalia por la muerte de su líder.

Y, como ocurre con el narcotráfico: que hayan matado a la cabeza no significa que el problema se haya terminado, sino que habrá una persona que le reemplace y que se creen subdivisiones en la organización con el fin de amortizar el golpe.

Por otro lado, los movimientos civiles en el norte de África y el Medio Oriente evidencian el desgaste de Al-Qaeda, y se puede percibir que la organización ha perdido influencia. La red no ha sido mencionada en las protestas y no es que se quiera evitar vincularse con ella, sino porque parece ser que a los jóvenes no les atrae...

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