Gabriela De la Paz / César Chávez
| Autor | Gabriela De la Paz |
Recientemente el actor y ahora director Diego Luna proyectó en la Casa Blanca su película sobre César Chávez. Su nombre tal vez no le dice nada a algunos, pero para otros es el símbolo del orgullo mexicano-estadounidense y la promesa de que sí se pueden vencer las injusticias.
César Estrada Chávez nació en una familia de origen humilde en Arizona que nos muestra las condiciones desfavorables que enfrentan las comunidades rurales en muchos lados: a pesar de tener acceso a la educación, los hijos tienen que dejarla para trabajar en los campos de pizca de frutas y verduras para apoyar económicamente a sus familias; los créditos y las promesas no se cumplen para quienes están en el escalón más bajo, y el subsidio gubernamental simplemente no les llega. Muchos son tan pobres que no saben y no pueden llenar una solicitud para obtenerlos.
Además, el color de piel y el acento son causa de discriminación. Durante la Gran Depresión, el Gobierno de Estados Unidos deportó a México a muchos mexicano-estadounidenses, sin darles oportunidad de demostrar que sus familias vivían allá desde antes de la independencia de las Trece Colonias.
Sin embargo, César Chávez hizo una diferencia. Cansado de las largas jornadas en el campo que no mejoraban la situación de su familia, se integró a un grupo de activistas en el que aprendió a defender sus derechos.
En 1962 fundó la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas con Dolores Huerta, que luego cambiaría a Sindicato de Trabajadores Agrícolas. La dupla se volvió famosa al apoyar el boicot de los recolectores de uvas que buscaban mejores salarios.
El movimiento creció a nivel nacional y duró varios años, recibiendo elogios de Robert F. Kennedy, entre otros.
Pronto los consumidores, incluyendo los blancos de los suburbios, dejaron de comprar uvas en protesta por las condiciones laborales de gente como la familia de Chávez y los dueños de los viñedos tuvieron que ceder.
Éste es sólo un ejemplo de uno de los logros de Chávez, quien tenía como lema: "¡Sí se puede!", el cual sería usado por el PAN en México y luego por Barack Obama en las elecciones de 2008.
La frase surgió en 1972 durante una protesta en la que el líder realizaba un ayuno por 24 días como una forma de alentar a los trabajadores a que, a pesar de las desventajas, podían lograr sus objetivos.
En ese tiempo podía pensarse que una minoría que no tuviera contactos en Washington, D.C., o una figura carismática como Martin Luther King Jr., que tenía...
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