FRICASÉ / Florecen elogios
| Autor | El Abogado del Pueblo |
Ayer, como ya sabrán, el Presidente Peña Nieto con su firma promulgó las leyes que formalmente abren el sector energético en México, y al mismo tiempo anunció que se ADELANTA la llamada Ronda Cero.
Éste es el proceso mediante el cual PEMEX determina qué yacimientos o campos se reserva para sí y cuáles abre vía subasta a la inversión privada.
La aceleración de la Ronda Cero es de aproximadamente un mes, originalmente se había fijado como plazo límite el miércoles 17 de septiembre.
El Presidente ahora la fijó para este miércoles 13 de agosto (mañana).
Esto pavimenta el camino para que los primeros contratos sean anunciados en el primer trimestre del 2015.
Seguramente el criterio que rige esta decisión es el adelantar la inversión para que ésta a su vez comience a beneficiar nuestro crecimiento económico lo más pronto posible.
Existe en los medios extranjeros ("México abre una nueva era", decía uno) casi unanimidad de elogios en torno a esta medida, casi todos destacan que la reforma energética abre grandes oportunidades de mayor crecimiento económico para México y que al acelerar el proceso el Presidente Peña Nieto demuestra su determinación por concretar en hechos lo que hoy sólo está en el papel.
Las lisonjas son universales, analistas de casas de inversión no se quedan atrás en los elogios a esta medida diciendo cosas como "abrir el sector energético constituye la reforma estructural más importante de los últimos 30 años, a la par con la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en 1994".
En menor o mayor grado, casi todos los medios internacionales destacan la ahora posible entrada a México de las grandes petroleras internacionales, Exxon Mobil, Chevron, Shell, BP, etcétera, las cuales estiman invertirán entre 30 y 50 mil millones de dólares en el sector energético, agregando con ello un UNO por ciento a nuestro Producto Interno Bruto en los próximos cuatro años.
Claramente existe unanimidad en cuanto a que los cambios efectuados al marco legal que rigen la operación de PEMEX y CFE poseen el potencial de agregar bienestar a la economía del País.
No necesitamos convencerlos, amigos, de la apremiante necesidad que hay en México de crear empleos, muchos empleos, muchos y bien pagados empleos.
Ello como medida inmejorable para combatir la pobreza y la miseria que aquejan a grandes sectores de la población, cuyas carencias nos deben causar indignación por mínima compasión humana.
Los elogios -pensamos- son merecidos en cuanto al...
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