Felipe Díaz Garza / Buen provecho, Presidente

AutorFelipe Díaz Garza

No ha cambiado nada, todo sigue igual. Centenares de mexicanos guerrerenses fueron llevados de sus lugares de origen a Mártir de Cuilapan, localidad en la que el miércoles Enrique Peña Nieto encabezó el relanzamiento de su Campaña Nacional contra el Hambre, arrancada en abril pasado en Chiapas y que se interrumpió por el proceso electoral en 14 estados que culminó el 14 de julio.

Peña dijo allí que el proceso eleccionario "hizo que el Gobierno frenara un poco el ritmo de trabajo que llevábamos en materia social ante señalamientos, aunque infundados, pero que no queríamos tampoco alentar o alimentar más la idea de que el trabajo social tenía vinculación con el trabajo electoral que estaban realizando los partidos políticos". Lo correcto es decir que la campaña se detuvo en los estados que renovaron autoridades para no afectar el dichoso Pacto por México.

El tal pacto entre los partidos que indebidamente manipula el Presidente Peña fue amenazado principalmente por la inconformidad panista contra el uso electoral de la campaña presidencial por el PRI, ahora nuevamente identificado con el Gobierno federal, como la pasada docena de años lo estuvo el PAN, que hacía lo mismo.

Con ese pacto entre convenencieros aprovechados, el Gobierno de Peña Nieto confía en establecer la gobernabilidad que Televisa no ha podido concretarle. El Presidente supone mal que los partidos tienen el control real de la población, cuando ni siquiera tienen una membresía verdaderamente comprometida con los colores partidistas sin ideología.

El caso es que Peña Nieto interrumpió su Campaña contra el Hambre, que realmente no había arrancado más que en el papel de los boletines de prensa, para no perjudicar un pacto que tampoco había empezado a surtir efectos reales, igual que la guerra al hambre de los pobres, que ni siquiera se expresa todavía en apresuramiento intestinal, excepto entre los intermediarios aprovechados ("as usual").

En ese contexto, esta semana el Presidente se sintió necesitado a reinaugurar su Campaña contra el Hambre, reconvirtiéndola en una campaña política de las de antes. Fueron acarreados a Cuilapan hombres y mujeres de la Costa Chica, Ometepec, Atliaca, Huiziltepec, de los barrios miserables de Chilpancingo y de docenas de comunidades guerrerenses campesinas, mayormente...

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