Felipe Díaz Garza / El monopolio revolucionario

AutorFelipe Díaz Garza

El coordinador de la bancada senatorial priista, Manlio Fabio Beltrones, criticó la propuesta del Presidente Felipe Calderón Hinojosa para concretar una reforma en materia de competitividad y combatir los monopolios, de la que le escribí aquí el viernes pasado. El legislador federal aseguró que el proyecto del Ejecutivo es limitado, por lo que adelantó que será modificado y adicionado en el Congreso. "La iniciativa antimonopolios del Ejecutivo federal es bienvenida aunque llega tarde, como ya parece costumbre", apuntó con sarcasmo.

Tiene razón Manlio en que la iniciativa llega tarde, pero el legislador senecto tiene también la culpa de la tardanza y la comparte con su partido y con los hombres clave del tricolor. México debería tener una ley efectiva contra los monopolios, los duopolios y los oligopolios desde hace muchos años, digamos desde recién pasada la Revolución, más o menos desde la fundación del PRI.

Los gobiernos de la Revolución, monopolizada por el PRI desde su nacimiento y hasta la fecha, no sólo no produjeron una ley draconiana contra la concentración de la oferta de un sector industrial o comercial en un reducido número de empresas (oligopolio) o en una sola o dos (monopolio y duopolio), sino que la propiciaron, con todos los perjuicios del mundo para más del 95 por ciento de los demás mexicanos, que padecemos una proveeduría industrial, comercial y de servicios cara, mala y única.

Los gobiernos de Salinas y de Zedillo no sólo fortalecieron y favorecieron mañosamente, en el estilo priista, la existencia de monopolios, duopolios y oligopolios, como Telmex, Televisa con TV Azteca y la banca reprivatizada. Eso sin contar la existencia, igual de perniciosa que sus pares privados, de monopolios gubernamentales, que no estatales, como Pemex y la CFE.

Después de promovidos, todos los monopolios, gubernamentales y los de los empresarios, han estado protegidos por el Gobierno, en abierta y triunfadora lucha contra la competencia que democratiza y abarata el consumo y contra la competitividad nacional e internacional que la competencia obligadamente genera.

Por supuesto que la proposición de Calderón contra los monopolios está incompleta y llega tarde, como critica Manlio Fabio. Debería contemplar la figura de la expropiación, además de la multa y la cárcel, para los que, con su...

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