Felipe Díaz Garza / Russildi tampoco sabe

AutorFelipe Díaz Garza

El Gobierno de Jaime Rodríguez ha fracasado en su intento de reinstaurar la verificación vehicular cobrada a los propietarios de vehículos, básicamente por la negativa del Congreso a aprobar el cobro y ha fracasado también, aunque no lo reconozca como derrota, en su intento de obligar a las pedreras a modificar sus procesos o cambiarse a otras áreas donde su presencia no cause daños al ambiente.

En ambos casos, las opiniones generales son encontradas para determinar si los vehículos realmente contaminan más significativamente que las empresas industriales y si las pedreras son importantes como causantes del deterioro ambiental.

La gente, tanto la que tiene autoridad como la que sólo tiene voz influyente, los ciudadanos comunes por ejemplo, no nos ponemos de acuerdo y, mientras, el problema, cuya existencia es innegable, sigue creciendo evidentemente.

En esas condiciones, agravadas por el distanciamiento entre ellos de los Poderes Ejecutivo y Legislativo y la proclividad de ambos sectores al manoteo, es muy fácil que, como está sucediendo, la controversia se dé necesariamente en la Torre de Babel, donde todos hablan, maldicen, abandonan su inteligencia (si es que la tienen), pelean como gladiadores ciegos y no llegan a acuerdo alguno. El único objetivo que todos persiguen y logran es demostrar que el otro es más tonto.

Esta semana el Secretario de Desarrollo Sustentable, Roberto Russildi, afirmó en un foro en la EGADE del Tecnológico de Monterrey, que los Diputados no saben de contaminación del aire. Ello básicamente porque los legisladores no aceptan la tesis gubernamental de que la verificación vehicular es indispensable, y mucho menos aceptan que su costo se cargue individualmente, como una especie de impuesto, a los ciudadanos.

De hecho, los ciudadanos tampoco quieren pagar y, como los Diputados en la acusación de ignorancia de Russildi, tampoco saben de contaminación, tema del que, según los resultados de su trabajo como Secretario de Desarrollo Sustentable, tampoco sabe nada el...

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