Felipe Díaz Garza/ El corruptor está en casa
| Autor | Felipe Díaz Garza |
El Rector general del ITESM, Rafael Rangel Sostmann, un académico que acostumbra tomar al toro por los cuernos, armó hace un par de días una teleconferencia con los alumnos del Tec en todo el País para convocarlos a portarse bien y a trabajar en serio en los salones de clase, en los que, dijo, hay problemas serios de indisciplina, de desorden y de falta de respeto a los compañeros y a los profesores.
Este problema, de acuerdo con lo dicho en su mensaje por el Rector, existe en todos los campus del colegio, que son 30 en toda la República y, lo que es peor, en ocasiones es promovido por la indiferencia de profesores que, apunta Rangel, quizás buscan no volverse impopulares, exigiendo un buen comportamiento a sus alumnos, ya que podría reflejarse negativamente en la encuesta semestral sobre el desempeño de sus profesores que la institución regiomontana aplica a sus estudiantes cada semestre.
El caso es que hay indisciplina estudiantil, eventualmente consentida por sus maestros. La institución valientemente lo reconoce, a través de su Rector, quien encabeza desde luego una campaña para regresar a la práctica de valores que, según sus propias palabras, estamos perdiendo. Refiriéndose al mismo tema, el Rector del Tec en Monterrey, Alberto Bustani, dice que la situación que Rangel denunció es general en las universidades y en las escuelas que las nutren de alumnos: preparatorias, secundarias y primarias.
Es la sociedad la que se ha vuelto indisciplinada, desordenada e irrespetuosa, lo que, sumado a la apertura, extroversión e iniciativa propia de los jóvenes, promueve el desorden en las escuelas, pero el problema viene de más abajo, según se desprende de lo dicho por Bustani, de la sociedad y de la familia. Con esto último coincide Francisco Azcúnaga, Rector de la UDEM, quien señaló que los estudiantes de hoy están sujetos a muchos estímulos externos novedosos y a vidas familiares distintas a aquellas en las que se desarrollaban los jóvenes de hace 50 años.
Es claro que tenemos un problema de conducta juvenil en las universidades y en las escuelas de educación media y básica. Usted y yo tenemos hijos en todos los niveles educativos y sabemos que alrededor de ellos y en todos los niveles educativos hay problemas serios de adicciones a toda clase de drogas, empezando por el alcohol que les enseñamos a beber en casa. A menudo sabemos de problemas de violencia en la secundaria o en la primaria, lo que no ocurre nada más en las escuelas oficiales...
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