'Fausto no está muerto su corazón salvó a niña'

AutorHenia Prado

Enviada

TLAPA, Guerrero.- Por el estrecho camino del municipio de Xalpatláhuac, dos vehículos sortean la terracería y suben con cautela para llegar a la comunidad de El Platanar.

En uno de los autos van el chofer de la carroza y Rodolfo Armenta, quien custodia celosamente el féretro de su hijo Fausto, el joven veinteañero golpeado en Nueva York.

Atrás, a rodada lenta sobre las curvas en pendiente, a bordo de una pick up, doña Margarita Sabino mueve una pierna y las manos inquietamente: está ansiosa por llegar a su casa que se encuentra a pocos kilómetros.

El reloj marca la 1:54 de la madrugada. Arriba, el cielo luce iluminado por una luna redonda, blanca, enmarcada por nubes. La temperatura es de 15 grados centígrados.

El trayecto fue largo. Partieron de la aduana del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a las 16:45 horas del miércoles; tres horas después hicieron escala en Chilpancingo, donde recibieron apoyo económico del DIF de Guerrero, y de allí enfilaron hacia El Platanar.

Hace seis años, la comunidad enclavada en una de las cumbres más altas de la zona de La Montaña despidió a Fausto, quien con mochila al hombro siguió la tradición de la región mixteca y cruzó de ilegal la frontera.

El 30 de mayo pasado, el contundente golpe de una varilla o fierro en la cabeza le frenó la vida.

Luego de permanecer internado durante una semana en el hospital Elmhurst, sus padres, Margarita y Rodolfo, firmaron una autorización para desconectarlo del respirador artificial ante la insistencia de los médicos de que el caso estaba perdido y había que donar los órganos.

Ayer, el ladrido de un perro anunció su regreso. Desde la cumbre, una veintena de familiares y vecinos observa el recorrido de los vehículos y los sigue con la vista hasta que se estacionan en la entrada de la casa.

Se detuvieron justo allí donde por la mañana el Ayuntamiento, a cargo de Zeferino Lorenzo, colocó una manta cuyas palabras pretendían dar aliento a la familia y repudiar el asesinato.

"Condena de manera categórica el crimen cometido, así mismo exige justicia, no más impunidad para nuestros paisanos migrantes", decía la leyenda en letras negras.

En un principio, ni Rodolfo ni Margarita lo notan: bajan de los autos con rapidez. Odilón, hermano de Fausto, corre a abrazar a su madre a quien no veía desde hacía dos semanas.

Mientras, Teófila consuela a su hermano Rodolfo. Todo el llanto contenido durante la espera del cuerpo y el largo traslado salió en un torrente de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR