Fabuladores del color
| Autor | Fernanda Ramón |
Convencidos de que la novela gráfica y los libros ilustrados pueden ser el despertar de la creatividad en niños y adolescentes, cuatro dibujantes mexicanos reflexionan sobre su actividad.
Darío Castillejos, Patricio Betteo, Bernardo Fernández 'BEF' y Ricardo Peláez Goycochea confían en que vale la pena luchar para preservar el género.
DARÍO CASTILLEJOS
Para el tres veces ganador del Premio Nacional de Periodismo, el dibujo es el mejor lenguaje con el que ha podido expresarse y comunicar sentimientos de orden social, moral, religioso y político que le rodean.
Desde hace 25 años, el caricaturista se ha dedicado a un público joven y adulto para despertar esa conciencia crítica a través del cartón político, pero no se restringe de explorar otros géneros como la tira cómica y otras técnicas digitales.
Aunque no es su público directo, el caricaturista y uno de los directores de la agencia mexicana Cartoon Club, está convencido de la importancia de incentivar la creatividad en la infancia.
"La creatividad en los niños es innata, desafortunadamente se les coarta cuando crecen y se apartan del dibujo y del arte".
"Próximamente daremos talleres a niños para ayudarles a despertarles eso, porque la creatividad es necesaria en todas las áreas en que se puede desenvolver una persona".
PATRICIO BETTEO
Este ilustrador confía en que las imágenes siempre serán la pareja perfecta de la literatura, especialmente de la infantil.
Dirigido a niños de seis a ocho años, el último libro que ilustró: Marcelo, Pepino, Martillo, de la escritora brasileña Ruth Rocha, explora el tema de las palabras y sus transformaciones.
Marcelo es curioso, inquieto y hace muchas preguntas sobre las palabras; nunca queda satisfecho con las respuestas de sus papás, así que decide nombrar las cosas él mismo.
¿Qué pasaría si cada uno de nosotros decidiera crear su propio lenguaje?, pregunta en el ejemplar.
Dice Betteo: "Mi primera intención fue ponerle un toque extra de humor al texto, una historia que de por sí es divertida, pero no está de más agregarle un poco más.
"Y como siempre, también es mi obligación darle una cara al tema que sirva para despertar la curiosidad de los niños".
El también historietista trabaja actualmente en un libro para adolescentes, siempre experimentando con la creación 100 por ciento digital con terminados y texturas más cálidas y reales.
"Trataré de llevar a un buen puerto una idea que tengo de reinterpretar varias obras clásicas de la literatura infantil, de...
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